El sábado 06 de julio a la madrugada, un contingente del GOPE de carabineros allanaron el comedor popular Luisa Toledo, el medio de comunicación radio villa Francia y algunas viviendas particulares.

Esta acción represiva dejó a 14 personas detenidas acusadas por el ministerio público por la ley de control de armas y otros. Todos los detenidos pertenecientes a diversas agrupaciones sociales, de ddhh y colectivos organizados nucleados alrededor del comedor, de luchas estudiantiles, de defensa de las tomas habitacionales, etc.

La irrupción represiva, que contó con la actuación de carros hidrantes, “zorrinos”, patrullas, etc, se dio el día de conmemoración del tercer aniversario del fallecimiento de Luisa Toledo, destacada luchadora contra la violencia policial, quien fuera madre de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo asesinados por carabineros en plena dictadura, jóvenes militantes del MIR por quienes conmemoramos el día del “joven combatiente” todos los 29 de marzo.

Esta actuación no es casual, sino que fue orquestada directamente desde la moneda, donde la ministra del interior, Carolina Tohá, salió en horas tempranas muy emocionada a felicitar este operativo represivo, indicando alegremente que se habían dado con los responsables de colocar bombas, en el pasado y con material preparado para futuras. También pasó a señalar que el trasfondo de este operativo era el de perseguir a todo aquel cuya “postura crítica” reivindique la violencia como una legitima expresión política. Algo que cientos de organizaciones lo han venido realizando durante décadas, lo que manifiesta el carácter de abierta persecución política contra el activismo en lucha, de un gobierno y un régimen que tiene decenas de presos por luchar, como dirigentes de orgánicas mapuches con cadenas perpetuas basadas en testimonios de pacos en anonimato.

Ante el evidente carácter reaccionario del gobierno, y el simbolismo que encierran lugares como Villa Francia, que fueron zonas de importante resistencia a la dictadura pinochetista, desde diputados humanistas, del FA o del PC exigieron explicaciones, con el fin de lavarle la cara su gobierno, intentando mantener en pie su pie izquierdo.

Este tipo de acciones recuerdan los montajes realizados durante el primer gobierno de Piñera, o también los que cometieran con detenciones ilegales y asesinatos “la oficina” a la salida de la dictadura por los personeros del ala izquierda concertacionista.

La prensa burguesa se ha encargado de mostrar evidencias falsas de fusiles o armas hechizas, mezclando intencionadamente información de detenciones o casos ligados al lumpen del narco.

El montaje con el que se llevó a cabo el operativo fue evidente, se negaron a entregar los videos de los allanamientos así como demoraron en presentar el supuesto bolso con armamento. Tan así que las detenciones debieron ser declaradas ilegales en su mayoría, aunque permanecieron en prisión preventiva por apelación del gobierno y la fiscalía.

Esto se da ad portas de nuevos desalojos represivos de poblaciones, cuya lucha es apoyada continuamente por estas organizaciones.

La violencia aceptable para Tohá es la ejercida por los aparatos represivos del Estado, contra los trabajadores, las familias obreras, las constantes golpizas contra la juventud secundaria, etc. La democracia semicolonial acepta el “discernimiento” siempre que se mantenga en la línea de la defensa de la propiedad privada capitalista

De nuestra parte defendemos la violencia de los explotados contra los explotadores y sus fuerzas represivas. Bregamos por que sea la clase obrera organizada, bajo la conducción de una dirección revolucionaria internacionalista, la IV Internacional reconstruida, la que arrebate el poder a la burguesía, con armas en la mano.

Exijamos la inmediata liberación y desprocesamiento de todos los presos por luchar

En la madrugada del pasado 20 de junio colisionaron de forma frontal dos trenes, uno de carga y uno de pasajeros, dejando como saldo dos trabajadores muertos, uno de ellos dirigente de la Federación Nacional de Transporte Ferroviario, además de 9 heridos.

Fallas en la comunicación, falta de mantención de las vías, sistemas de comunicación defectuos, servicios de datos intermitentes, son algunas de las condiciones en las que tienen que desempeñar los trabajadores de las empresas ferroviarias como EFE y FEPASA, involucradas en la colisión.

Desde la gerencia de EFE y sus mandos medios han salido a decir que todos sus protocolos de seguridad operan en óptimas condiciones buscando descargar toda la responsabilidad sobre el conductor del tren y el trabajador de control.

Desde el Estado por medio de la fiscalía han imputado a los dos trabajadores dejándolos con arresto domiciliario, mientras la empresa se quiere sacar la responsabilidad de lo sucedido indicando que realizará una investigación interna con “expertos internacionales” paralela a la investigación del ministerio público, es decir, la patronal estatal y los organismos reaccionarios del estado serán quienes determinen la responsabilidad de lo sucedido.

Desde la directiva de la Federación respondieron convocando un paro, centralmente en EFE, que ha sido tomado por los trabajadores paralizando los servicios Alameda-Nos, EFE Valparaíso y EFE Sur.

Desde el ministerio de transporte se han encargado de respaldar a la gerencia quien se encuentra vociferando acerca de una supuesta alta seguridad del servicio de trenes de pasajeros, tan seguro como que técnicamente pueden desplazarse 2 trenes por la misma vía en sentido opuesto sin que existan sistemas de alerta, bloqueo o frenado. Pese a los intentos de negociación no lograron deponer el paro debiendo recurrir a medidas de contingencia.

Los trabajadores, que obedecen a los protocolos impuestos por la patronal, vienen denunciando las condiciones en las que desempeñan sus funciones, mientras la empresa hace oídos sordos a los reclamos sobre condiciones inseguras.

Es necesario mantener las medidas de lucha, en particular el paro y votar un plan de lucha

Para ello debemos exigir a la directiva sindical el llamado a asambleas conjuntas de trabajadores de ambas empresas para decidir la continuidad de las medidas.

Es necesario levantar una comisión investigadora independiente impulsada por los sindicatos que esté integrada por delegados votados por la base y maquinistas con experiencia.

También lanzar una campaña por el total desprocesamiento y ninguna represalia contra los trabajadores involucrados, algo sobre lo que la Federación no se ha expedido, dando con ello un respaldo tácito al ataque patronal.

Ni las investigaciones de la empresa, ni los “expertos”, ni menos los comités paritarios (siempre funcional a la patronal) podrán velar por las condiciones de trabajo y seguridad.

Es necesario imponer protocolos obreros de seguridad, exigiendo la implementación de cambios en la infraestructura ferroviaria, totalmente desfinanciada, eligiendo inspectores de seguridad entre los mismos trabajadores.

No ceder hasta el total desprocesamiento de los trabajadores y la reposición en sus funciones, así como la caída y ajusticiamiento de los verdaderos responsables entre el mando capitalista.

No final de Abril, o estado do Rio Grande do Sul foi acometido por uma das maiores tragédias da sua história: as cheias decorrentes de fortes chuvas que afetaram 441 municípios do estado e quase 2 milhões de pessoas, tendo deixado um saldo parcial de mais de 100 mortos e desaparecidos, além dos quase 400 feridos e 400 mil desalojados. Além disso, quase 1 milhão de pessoas estavam sem acesso à eletricidade, assim como seis barragens com o risco de se romper, tendo uma já se rompido parcialmente.

A catástrofe era prevista, visto que há anos já se sabia que, com a aceleração das mudanças climáticas, episódios climáticos extremos como secas e tempestades iriam ocorrer com muito mais frequência. O próprio estado do Rio Grande do Sul já vinha sofrendo tragédias mais reduzidas e localizadas, como em 2023, onde morreram 75 pessoas no estado em decorrência de eventos similares. 

Em todas as suas nuances, o evento está diretamente relacionado com o sistema de produção capitalista em crise. As mudanças climáticas, sem precedentes, estão relacionadas a urbanização e a industrialização desenfreada, e a destruição de áreas naturais para produção de matéria-prima e para exploração de fontes de energia. De uma perspectiva mais localizada, temos a atuação direta dos governos dentro da democracia burguesa, atuando para facilitar e otimizar o uso e a exploração predatórias do solo pelo agronegócio, a especulação imobiliária e a mineração. Só em 2019, foram 480 pontos de legislação ambiental que foram alterados pelo governador Eduardo Leite (PSDB).

Obviamente que as burguesias rural e urbana rapidamente conseguiram refúgio longe dali, diante da crise, restando aos trabalhadores pobres do campo e das cidades sofrer com o desabastecimento, a escassez de água potável e de energia elétrica, tendo de se arrastar pelas vias alagadas e pútridas em busca de um telhado para se abrigar. 

Agora, em meio a crise, surgem os oportunistas tentando capitalizar com a tragédia gaúcha. O prefeito de Porto Alegre, Sebastião Melo (MDB), e o governador do estado aparecem em frente às câmeras com coletes laranjas da defesa civil, buscando mostrar eficiência diante de um evento que deixará consequências graves e longevas para as condições de vida dos trabalhadores do estado, mas que nada fizeram para conter, pelo contrário, flexibilizaram a legislação, facilitaram a exploração dos territórios de várzea dos rios e lagos da região, que são parte da causa direta do problema. Mesmo Lula, que tem atuado intensamente no sentido de facilitar o fluxo de dinheiro para as medidas emergenciais, age calculadamente para não transformar o evento em seu “Katrina pessoal”, em alusão ao furacão que devastou o sul dos EUA e foi símbolo do descaso do Estado para com a população pobre da região.

O Estado agora tenta conter os danos, mas de fato, não podemos nos fiar nessa saída para os trabalhadores do sul. Os governos municipais, estadual e federal vão agir para que os lucros do agronegócio e da indústria gaúcha não sejam tão prejudicados, mesmo que seja às custas da demissão de trabalhadores ou de corte salarial, como é a política exigida por um grupo de empresários gaúchos ao Ministério do Trabalho, que está estudando a questão. Portanto, os trabalhadores não podem alimentar nenhuma confiança nas saídas apresentadas pelos governos ou na discussão sobre a gestão mais ou menos eficiente do estado burguês, feita pelo reformismo e pelas organizações centristas.

Devemos exigir que os sindicatos e organizações de trabalhadores se mobilizem para organizar o resgate, abrigo e a reconstrução dos lares afetados pelas enchentes. Precisamos nos organizar de forma independente do Estado, através da solidariedade de classe, se apropriando dos materiais e meios disponíveis e colocando-os à disposição de um plano de reconstrução sob controle dos trabalhadores. A tragédia no Rio Grande do Sul é a expressão máxima da decomposição de um Estado semicolonial e das suas instituições. Devemos, portanto, rejeitar as saídas que reforcem o papel dessas instituições e/ou eleitoreiras e avançar na organização para a destruição desse Estado.

3 de mayo de 2024

Expresamos nuestra solidaridad con Michael Pröbsting, secretario internacional de la Corriente Comunista Revolucionaria Internacional, tras ser condenado por el Estado austríaco de “incitación a cometer delitos terroristas y aprobación de los delitos terroristas” en ocasión de una manifestación de solidaridad con el pueblo palestino. Esta persecución política se enmarca en la necesidad de los Estados imperialistas y pro imperialistas, que apoyan al enclave de Israel, de acallar las voces de millones que repudiamos el genocidio que están llevando adelante en la Franja de Gaza desde hace varios meses. Las acciones bélicas del sionismo están viéndose cada vez más cuestionadas en todo el mundo y se desnuda el carácter profundamente reaccionario de sostener a ese enclave en base al intento de exterminio del pueblo palestino. Jóvenes y trabajadores en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos y Francia, están llevando adelante acciones de ocupación de universidades para denunciar está masacre. Y, principalmente, ha habido acciones de solidaridad obrera tanto en Estados Unidos como en Europa. Por eso la represión contra ellos es tan agresiva y lo será más en tanto se vean más acorralados.
Nos solidarizamos con Michael Pröbsting y con los cientos de luchadores y activistas que están siendo perseguidos y procesados en distintas partes del mundo. Apelamos a la más amplia solidaridad obrera internacionalista.

¡Absolución de Michael Pröbsting y de todos los procesados por solidarizarse con la causa palestina!
¡Viva la lucha del pueblo palestino! ¡Por la destrucción del enclave sionista de Israel!
¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas en Medio Oriente sobre las ruinas del capitalismo!

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

 

Les travailleurs du monde entier doivent affronter cette situation historique mondiale avec la force de notre classe afin de détruire ce système capitaliste qui ne nous garantit que la surexploitation et une vie misérable.

Le système capitaliste exprime une crise historique dans son organisation des rapports sociaux de production et ses formes de domination. La crise ouverte par la guerre entre deux anciens États ouvriers, situation sans précédent dans l'histoire, ouvre, avec la crise économique mondiale et les processus post-pandémiques, des éléments de rupture de l'équilibre mondial instable.  Outre la poursuite de la guerre de la Russie contre l'Ukraine, l'attaque israélienne contre la Palestine et la réponse de l'Iran à l'attaque israélienne contre son ambassade en Syrie commencent à développer une tendance déstabilisatrice dans tout le Moyen-Orient. L'économie mondiale se dirige vers une récession avec des éléments de dépression, avec des crises de la dette dans les semi-colonies et des processus inflationnistes dans une grande partie du monde.

La décomposition de l'impérialisme et de sa domination s'exprime historiquement dans l'organisation des relations sociales en tant que système capitaliste, étant entendu que l'organisation du capital est anarchique. C'est là qu'il est entré dans une contradiction explosive, puisqu'il n'a pas pu contenir la relation capital-travail dans les institutions créées pour sa domination et qu'il n'a pas pu trouver dans le processus historique son remplacement par une autre forme de domination étatique bourgeoise.

Pour une solution révolutionnaire à la crise capitaliste et aux politiques de guerre

En ce premier mai, nous réaffirmons notre histoire en tant que classe et nous brandissons fermement les bannières de la Commune de Paris, de la Révolution russe, des martyrs de Chicago et des dirigeants ouvriers qui sont morts ou ont été assassinés en affrontant ce système capitaliste. C'est pourquoi, 138 ans après le 1er mai, lorsque la bourgeoisie américaine a assassiné les martyrs de Chicago, il est essentiel de reprendre les tâches des révolutionnaires dans la lutte contre le capitalisme et ses institutions, en particulier les États nationaux. Nous luttons pour la destruction de l'État bourgeois et nous nous appuyons sur l'expérience de la révolution russe et de son système soviétique.

C'est à ce moment que l'intervention de la classe ouvrière en tant que classe internationale, et non liée à ses États-nations, devient primordiale, afin de montrer la puissance d'une classe capable d'affronter le système capitaliste. Notre tâche est d'intervenir de manière révolutionnaire pour mettre en échec les politiques bellicistes de l'impérialisme, d'unir le prolétariat ukrainien et russe dans une guerre révolutionnaire pour lutter contre le processus d'assimilation, ses bureaucraties contre-révolutionnaires et l'impérialisme. Il faut soutenir la résistance palestinienne avec les méthodes de la classe ouvrière, avec des piquets et des grèves, pour empêcher le réarmement de l'armée israélienne. Nous devons lutter pour que ce ne soit pas notre classe qui paie le réarmement militaire des pays impérialistes et leurs politiques d'ajustement. Dans certains pays, un allié important de la classe ouvrière commence à réapparaître, comme une partie du mouvement étudiant, par exemple les étudiants américains et français contre le génocide israélien à Gaza et les luttes au Brésil, en Colombie et en Argentine contre le financement de l'éducation. 

Pour que l'internationalisme se développe, la reconstruction de la IVe Internationale est de premier ordre, pour donner une direction révolutionnaire à ce processus historique, pour régénérer une avant-garde ouvrière qui puisse donner une perspective marxiste au prolétariat mondial. Nous pensons que la première tâche dans cette direction est d'appeler à une conférence internationale des courants trotskystes qui se réclament encore de la dictature du prolétariat pour discuter des tâches à accomplir face à la situation mondiale.

Pour l'unité internationaliste des travailleurs contre l'impérialisme et l'OTAN : Expulsion des troupes russes d'Ukraine !

Pour la défaite de l'enclave d'Israël et le triomphe de la résistance palestinienne !

Vive la lutte de la classe ouvrière mondiale ! Vive la IVe Internationale !

 

The workers of the whole world must face this historic world situation with the strength of our class to destroy this capitalist system that only offers us super-exploitation and a miserable life.

The capitalist system expresses a historical crisis in its organization of the social relations of production and its forms of domination. The crisis opened by the war between two former workers' States -an unprecedented situation in history-, added to the world economic crisis and the post-pandemic processes, brings up elements of rupture of the unstable world equilibrium.  In addition to the continuation of Russia's war against Ukraine, the Israeli attack on Palestine and Iran's response to an Israeli attack on its embassy in Syria are beginning to develop a destabilizing trend throughout the Middle East. The world economy is heading towards a recession with elements of depression, with debt crises in the semicolonies and inflationary processes in a large part of the planet.

The decomposition of imperialism and its domination has its historical expression in the organization of social relations as a capitalist system, which is anarchic. Precisely, those relations are the ones that have incurred into an explosive contradiction, since the relation between capital and labor cannot longer be contained within the institutions created for its domination. And capitalism has not been able to find, along the historical process, its replacement by another form of bourgeois State domination.

For a revolutionary solution to the capitalist crisis and war policies

This Labor Day we reaffirm our history as a social class and firmly raise the banners of the Paris Commune, of the Russian Revolution, of the martyrs of Chicago, and of the workers leaders who died or were assassinated for confronting this capitalist system. That is why 138 years after that May 1st in which the American bourgeoisie murdered the martyrs of Chicago, it is essential to take up again the tasks of revolutionaries in the fight against capitalism and its institutions, especially the national States. We fight for the destruction of the bourgeois State and we rely on the experience of the Russian Revolution and its Soviet system.

It is at this moment that the intervention of the working class as an international class, and not tied to its nation States, becomes primordial, to show the power of a class that can confront the capitalist system. Our task is to intervene in a revolutionary way to defeat the warlike policy of imperialism; to unite the Ukrainian and Russian proletariat in a revolutionary war to go against the process of assimilation, its counterrevolutionary bureaucracies and imperialism. We must support the Palestinian resistance with the methods of the working class, with pickets and strikes, to prevent the rearmament of the Israeli army. We must fight so that our class is not the one to pay for the military rearmament of the imperialist countries and their austerity policies. In some countries an important ally of the working class is beginning to re-emerge, the student movement. The American and the French students, for instance,  have occupied Universities against the Israeli genocide in Gaza, and so there have been struggles in Brazil, Colombia and Argentina against the defunding of education. 

For internationalism to develop it is of first order the reconstruction of the IV International, to provide a revolutionary leadership to this historical process, to regenerate a workers’ vanguard able to offer a Marxist perspective to the world proletariat. We believe that as a first task in this way we must call for an international conference of the Trotskyist currents that still claim the dictatorship of the proletariat to discuss the tasks we have in face of the world situation.

For the internationalist unity of the workers against imperialism and NATO: Expulsion of the Russian troops from Ukraine!

For the defeat of the enclave of Israel and the triumph of the Palestinian resistance!

Long live the struggle of the world working class! Long live the Fourth International!

No próximo dia 31 de março, completam-se 60 anos do golpe civil-militar que instaurou a ditadura militar brasileira, a qual perdurou por mais de duas décadas, impondo um regime de terror através de tortura, execuções e desaparecimento de pessoas. Aos 60 anos do golpe, convivemos ainda com os resquícios da ditadura militar presente nas organizações da democracia burguesa, como a Polícia Militar que atua da mesma forma, torturando, executando e desaparecendo com a população pobre e periférica. Aos 60 anos do golpe, mais do que temer o seu retorno, devemos preparar e organizar o enfrentamento da democracia burguesa, a ditadura do capital!

BRASIL, AMÉRICA LATINA E O IMPERIALISMO

O golpe militar de 64 foi financiado pelo imperialismo norteamericano diante do crescimento do movimento operário, dos camponeses e dos estudantes no Brasil e na América Latina. O golpe buscou garantir esses interesses econômicos e financeiros e, através das Forças Armadas, implementar a ditadura mais cruel do capital. A ditadura sentou as bases para o avanço do capital monopolista na economia nacional, com massivos investimentos de multinacionais e instalação de plantas, que sob a tutela dos militares, encontraram um campo fértil para o aumento da exploração da força de trabalho, impondo o arrocho salarial e a repressão aos sindicatos e sindicalistas. Serviu para atacar as organizações de classe, perseguir e exterminar uma vanguarda militante.

As Forças Armadas no Brasil e nos demais países latinoamericanos desempenham papel fundamental nestes estados que se caracterizam por uma forma de dominação própria dos países semicoloniais, o que Trotsky denominou bonapartismo sui generis. Nestes países, pelo próprio desenvolvimento desigual e combinado do capitalismo, o capital monopolista exerce um papel decisivo. A burguesia nacional, ou sub-burguesia, é débil pois “incapaz de constituir sua dominação democrática porque, por um lado tem o capital imperialista, e por outro, tem medo do proletariado, porque a história lá saltou uma etapa e o proletariado se tornou um fator importante antes que tenha sido realizada a organização democrática do conjunto da sociedade.”[1] Nestes países, desenvolveu-se condições especiais de poder estatal, ou seja, o estado se eleva por cima das classes, mas oscila entre o capital imperialista - submetendo o proletariado a ditaduras policialescas, ou militares - e o capital nacional que manobra com o proletariado, abrindo algumas concessões como forma de ganhar certa independência em relação ao capital monopolista. São estas oscilações que promovem a instabilidade política e social característica da região.

“GOLPES POR TODO O LADO” OU SOBRE A NECESSIDADE DO CENTRISMO DE JUSTIFICAR SUA DEFESA À DEMOCRACIA BURGUESA

O golpe civil-militar de 64 impôs a mudança e o recrudescimento do regime, sem alterar sua essência: uma forma de dominação burguesa. Por isso o equívoco de se colocar a ditadura como o oposto da democracia. Para qualquer marxista, à forma deve corresponder um conteúdo de classe. Assim, tanto a ditadura como a democracia podem ser formas de dominação burguesa ou, como perseguimos através da revolução, proletárias. Ou seja, as formas de dominação não são abstratas, mas se relacionam à luta de classes. Logo, “ditadura não significa necessariamente a extinção da democracia para a classe que exerce essa ditadura sobre as outras classes, mas significa necessariamente a extinção (ou uma restrição muito essencial, o que é também uma das formas de supressão) da democracia para a classe sobre a qual ou contra a qual se exerce a ditadura.” [2]

Desde o impeachment de Dilma Rousseff (PT) em 2016, a palavra golpe vem sendo utilizada com diversas matizes pelas direções reformistas e pelo centrismo para caracterizar o acirramento das disputas de frações burguesas mais ou menos alinhadas ao imperialismo, diante da crise econômica mundial, e canalizadas em mecanismos constitucionais de alternância de poder.

Assim, para estas direções e organizações, há uma continuidade causal entre o “golpe” de 2016, a eleição de Bolsonaro (PL) e suas tentativas constitucionais de permanecer no governo após o fim de seu mandato. Lembremos, contudo, que durante todo esse período, foram realizadas todas as eleições previstas no calendário da democracia burguesa, inclusive com a participação destas mesmas direções e organizações.

O último evento recente, caracterizado como tentativa de golpe, foi a invasão à Esplanada por apoiadores bolsonaristas uma semana após a posse de Lula (PT), em janeiro de 2023, facilitada pelas forças de segurança do Distrito Federal. A invasão ocorreu em pleno domingo, com os prédios vazios, sem a participação das Forças Armadas e sem nenhuma tentativa de destituir o presidente. A teoria do golpe, levantada pelo STF que ordenou a prisão dos invasores, e reproduzida pela esquerda temerosa, era a de que a invasão à Esplanada provocaria o acionamento da Garantia de Lei e da Ordem (GLO) pelo próprio presidente Lula e então estaria realizada a intervenção militar - só que sob o comando do próprio Lula. Ou seja, um golpe de estado que só ocorreria pela ação do próprio “golpeado” ou como bem traduzido pelo ditado popular, “só faltou combinar com os russos”.  Como os eventos demonstraram depois, acima das intenções golpistas prevaleceu o pacto pela governabilidade burguesa, essa sim, acordada com os três poderes, as Forças Armadas e claro, com o imperialismo.

Recentemente, Alexandre de Moraes, ministro do STF, retirou o sigilo dos depoimentos à Polícia Federal dos ex-comandantes do Exército e da Aeronáutica, sob o governo Bolsonaro, que implicam diretamente o ex-presidente em um plano para questionar o resultado das eleições presidenciais através de uma intervenção civil-militar no Tribunal Superior Eleitoral, presidido pelo próprio Alexandre de Moraes. Segundo os ex-comandantes, foi o próprio Bolsonaro que apresentou, em dezembro de 2022, a “minuta do golpe” aos chefes militares, um decreto que, sob brechas constitucionais, estabeleceria um “estado de defesa” no TSE seguido da criação de uma “comissão de regularidade eleitoral” composta por militares, ministros e parlamentares para impedir a posse de Lula. Ainda segundo os depoimentos, apenas o ex-comandante da Marinha colocou suas tropas à disposição de Bolsonaro, sendo a minuta rechaçada pelos chefes da Aeronáutica e do Exército e, este último, ainda ameaçou prender o próprio Bolsonaro caso seguisse com qualquer tentativa de intervir sobre o resultado das eleições e a posse do novo presidente eleito, ou seja, sobre as instâncias da democracia burguesa.

Mais do que amor à democracia burguesa, as Forças Armadas demonstraram seu alinhamento com a posição do imperialismo norte americano que já havia declarado que não apoiaria nenhuma tentativa de ruptura institucional na semicolônia brasileira. Afinal, a chapa Lula/ Alckmin já havia se comprometido com os interesses imperialistas e de uma fração da burguesia nacional com seu governo de frente ampla e não havia, e ainda não há, nenhum ascenso da luta de classes, pois as direções foram fiadoras do governo de frente ampla, mantendo o total controle e isolamento das organizações de classe e dos trabalhadores.

Entrando no segundo ano de seu mandato, Lula reestruturou sua relação com as Forças Armadas e auxiliares e com as instituições da democracia burguesa, na relação com os trabalhadores, com relativa tranquilidade. Aprovou o novo teto de gastos e a reforma fiscal, criou política de financiamento e empréstimos para a burguesia industrial, manteve as condições para o crescimento do agro e da indústria extrativista. Em relação aos militares, manteve os orçamentos previstos para as três Forças Armadas enquanto cortou de outros ministérios mais ligados ao centrão, colocou os militares nos projetos de reindustrialização do Novo PAC, não realizou nenhum esforço para a criação da comissão de mortos e desaparecidos como havia prometido e, agora, proibiu qualquer participação do governo em atos sobre a memória dos 60 anos do golpe, acordando com os militares que esses também não fariam suas “comemorações”, realizadas durante o governo Bolsonaro.

Ainda assim, o discurso sobre o “golpe” e suas tentativas têm dominado a política das direções sindicais, abertamente defensoras do governismo, e das organizações centristas que buscam justificar a opção pelo apoio a Lula na última eleição a todo o custo. Longe de enxergar a real dinâmica das relações interestatais e da luta de classe, promovem a defesa incondicional da democracia burguesa pois centram sua política e sua atuação no estado burguês, principalmente nas eleições parlamentares. Justificam que, com a ameaça iminente de um novo golpe militar, só lhes restava o apoio eleitoral ao Lula; afinal, a democracia burguesa é favorável à ditadura militar. E agora, voltam sua política não apenas para a defesa da democracia burguesa, mas pelo fortalecimento do estado burguês e suas instâncias jurídicas e repressivas, cobrando a prisão e a não anistia aos “golpistas”.

AOS 60 ANOS DA DITADURA MILITAR, REFORÇAMOS: NÃO É NOSSA TAREFA A DEFESA DO ESTADO BURGUÊS, MAS A ORGANIZAÇÃO DO SEU ENFRENTAMENTO E SUA DESTRUIÇÃO

Ora, sabemos que o fechamento do regime em uma ditadura militar tem consequências sérias na organização da militância, já que é uma forma de dominação do capital voltada para a destruição das nossas organizações de classe. Porém, não podemos abandonar os instrumentos que possuímos de análise, caracterização e intervenção na realidade, que é o marxismo, para “acreditar” que dentre uma forma de dominação burguesa ou outra, só depende a nossa vontade - nem como classe, mas diluídos como população - expressada através do voto. Bem como não podemos defender a democracia burguesa como um refúgio covarde da luta de classes, pois “o Estado democrático burguês não se limita conceder aos trabalhadores melhores condições de desenvolvimento (...); com sua legalidade limita esse mesmo desenvolvimento, acumula e garante com arte a formação dos hábitos oportunistas e dos preconceitos legais no seio das pequenas aristocracias operárias.”[3]

Na atual época de decomposição do imperialismo e de suas formas de dominação, limitar a atuação da luta de classes no âmbito das instituições da democracia burguesa é renegar a estratégia comunista, a luta do proletariado pelo poder. E frente a qualquer ameaça do recrudescimento do estado burguês, levantar a política de defesa de maior estatismo ao invés do fortalecimento das nossas organizações de classe e da nossa autodefesa, é trair a classe trabalhadora e conduzi-la diretamente para a derrota. Mais do que nunca, devemos avançar com a nossa organização para o enfrentamento do estado burguês e do imperialismo, atacando as bases da burguesia, a produção. Aos 60 anos do golpe militar, seguimos afirmando: à ditadura do capital é preciso contrapor e impor a ditadura revolucionária do proletariado, única forma possível de dominação da classe trabalhadora!

 

 

[1] Trotsky. Discussão sobre a América Latina, 1938.

[2] Lenin. A revolução proletária e o renegado Kautsky, 1918.

[3] Trotsky. Terrorismo e Comunismo, 1920.

Se conmemora un nuevo 8M, día internacional de la mujer trabajadora.

No es un día de fiesta, es un día de lucha y organización, donde históricamente la mujer trabajadora ha reivindicado sus grandes gestas como las partícipes indiscutibles en la primera línea de la lucha contra el capitalismo y todas sus formas de opresión.

El capitalismo, una y otra vez ha intentado asimilar, anular o cooptar esta lucha por medio de “políticas de género”, instando a que los problemas de la mujer tendrían solución con reformas tales como la paridad de puestos en las instituciones del estado o mayor participación femenina en los directorios de empresas o en el mando capitalista, o por medio de míseras políticas sociales que sólo reproducen y acentúan la opresión y explotación de la mujer en la sociedad capitalista. Cada crisis, como lo demostró la pandemia, la mujer trabajadora es recluida a las labores domésticas aisladas o de cuidados golpeando sobre los salarios y la cesantía a la mujer, imponiendo condiciones peores al conjunto de la clase y castigando de esta forma a las familias trabajadoras.

Algunas representantes del “feminismo” como la coordinadora 8M, se esfuerzan por separar a los trabajadores por género, debilitando con ello la lucha del conjunto de los explotados. Se dicen “autónomas” de los partidos y gobiernos, pero cada vez que el régimen sirvió la mesa del engaño se presentaron fervorosamente a reformar el estado, como lo hicieron con la convención constituyente, o con su militancia por el voto a Boric su “candidato feminista”. Hoy pretenden desmarcarse pero para acentuar nuevamente ideas “antihombres” o de corte identitario, y con ello retrasan la necesidad de que la mujer junto a sus compañeros de clase imponga en las reivindicaciones obreras, en los sindicatos y las organizaciones de trabajadores las demanda de lucha contra toda forma de opresión y explotación.

Esta conmemoración se enmarca en el Genocidio del “estado” de Israel contra el pueblo Palestino, donde se han masacrado a niños, hombres y mujeres sin distinción de género, todo con la aprobación de los países imperialistas.

No obstante, la población en los países imperialistas y distintas partes del mundo ha salido a manifestarse y repudiar a sus gobiernos que han apoyado las acciones e incursiones del ejército israelí sobre la población gazatí. Es así que estas complicaciones en lo interno han llevado a los gobiernos como el de Biden a tratar de aparecer morigerando la situación; de manera cínica envían unas cuantas ayudas mezcladas con las bombas que lanzan a los palestinos. Lo largo que ha sido la incursión sionista contra la resistencia palestina y su empantanamiento en los objetivos que se trazaban, es lo que ha fermentado el justo odio hacia este enclave imperialista en la región, y el mundo. Es que los bloques imperialistas Unión Europea, Estados Unidos, y Reino Unido, son los únicos puntos de apoyo del sionismo, es decir, a los sionistas solo los sustentan el poderío militar y la maquinaria de guerra de las burguesías imperialistas. No es casualidad el que Israel provea de armamentos e insumos para la represión de los trabajadores y luchadores en los diversos países, como lo confirma la enorme ligazón que tiene como proveedor principal de las también genocidas fuerzas armadas chilenas.

En ninguna parte logran convencer de que se trata de una guerra contra “el terrorismo” o que se trata de una guerra “por la libertad y la democracia” y menos de que apunta contra el antisemitismo como balbucean los sionistas.

Para parar la maquinaria de guerra del sionismo y el imperialismo, la clase obrera debe entrar en escena y tomar el protagonismo mediante acciones de boicot, paralización o huelgas en solidaridad con el pueblo palestino, hombre y mujer de esta poderosa y enorme clase internacional deben ponerse en movimiento para enfrentar la guerra oponiéndole la revolución.

A parar la masacre sionista de Israel

Unifiquemos las filas obreras.

Paso a la mujer trabajadora