REORGANIZAR A LAS CORRIENTES TROTSKISTAS QUE AUN REIVINDICAN LA DICTADURA DEL PROLETARIADO
La situación mundial nos encuentra a los trabajadores enfrentando las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis económica, política y social. Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y un aumento en los alimentos y la energía producto de la guerra y las sanciones económicas impulsadas por el imperialismo contra la Rusia de Putin. Esto se combina con crisis de deuda en los países semicoloniales y ataques sobre el movimiento obrero. Todos estos factores están golpeando de lleno en las condiciones de vida de nuestra clase.
El conflicto entre Rusia y Ucrania se desarrolla en medio de una descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación de los ex Estados obreros. El imperialismo norteamericano intenta retomar la hegemonía mundial, mostrando a su paso su debilidad histórica, mientras que las burocracias al mando de los ex Estados obreros de Rusia y China intentan mantener el lugar conquistado dentro del sistema capitalista en crisis.
La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva más de dos meses de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.
Mientras tanto, la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex Estados obreros, tratando de imponerles condiciones de carácter semicolonial. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.
Como no podía ser de otra manera, la asimilación de los ex Estados obreros se plantea en la arena mundial y no en las particularidades de cada país. Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.
Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV Internacional, para dotar de una dirección revolucionaria a las masas obreras que atraviesan este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial.
Llamamos a una Conferencia Internacional a las corrientes trotskistas que aun reivindiquen la dictadura del proletariado, sosteniendo que las tácticas para intentar saldar la crisis de dirección revolucionaria deben ser internacionalistas siempre, ya que inclusive en la intervención de nuestras corrientes en cada país, se debe partir, en un máximo esfuerzo, del apoyo y desarrollo de nuestras tareas centrales, orientadas a impulsar el despertar de la revolución en todos los países. Esa es la mecánica para no caer en particularismos y adaptaciones a las instituciones burguesas.
La necesidad de concretar esta Conferencia Internacional es para abrir un debate al interior de las organizaciones trotskistas, sobre la importancia de la construcción del partido mundial y sus secciones nacionales en un momento donde priman las ideas de movimientos o coaliciones electorales, que luego entran en crisis, como vemos por ejemplo con el PSOL de Brasil y su apoyo a Lula o el NPA de Francia y su campaña en común con Francia Insumisa de Melenchón.
Abrir este debate a la militancia y a los compañeros que influenciamos permitirá poder intervenir en este escenario mundial, desde una perspectiva marxista.
Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Por la expulsión de las tropas rusas de Ucrania!
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
Los trabajadores subcontratados de ENAP de la región del BioBio, agrupados en Fenatrasub, llevan una semana de movilización paralizando parcialmente la refinería en Huelén y afectando el terminal marítimo de San Vicente.
Reclaman a la gerencia de ENAP la puesta inmediata de una “mesa de trabajo” con el fin de abordar la situación de los trabajadores subcontratados, en particular las amplias diferencias de salarios con los trabajadores de planta.
Desde la gerencia de ENAP se han negado a establecer el diálogo y han culpabilizado a los trabajadores de un potencial desabastecimiento de combustible en el país. Estas declaraciones las realizaron en el momento en que el bloqueo y lock out de las patronales camioneras, orquestado y concertado por los grupos económicos como la CMPC (grupo cómplice de la dictadura en el asesinato y desaparición de luchadores obreros y campesinos), iniciaban un lock out patronal de las plantas de celulosa, exigiendo “mayor seguridad”, es decir, una mayor represión y presencia policial y militar.
El gobierno de Boric, solícito con el chantaje patronal, posando de no abandonar su discurso “progresista” de levantar el Estado de excepción, sacó de la galera un “estado intermedio”. Mayor presencia de carabineros en las ciudades y presencia militar en las rutas, con vigilancia de drones, etc, etc. Una política represiva de continuidad, como se vio en el pasado día del trabajador donde la represión y el amparo de bandas lúmpenes, terminaron hiriendo de bala a manifestantes, quedando Francisca en estado de extrema gravedad, lo que se suma a la represión sistemática hacia los estudiantes, a las luchas por las liberación de los presos y el asesinato por bandas armadas de un comunero mapuche en la toma de un fundo en la zona sur.
Pretendiendo amedrentar al boicot camionero, Boric, puso en la misma bolsa a los trabajadores subcontratados de Enap, amenazando con la intervención represiva y la aplicación de la ley de seguridad del Estado.
Ante la impopularidad de la escalada patronal camionera-forestal, éstos decidieron retroceder y desmovilizar a sus huestes a sueldo.
Mientras tanto los trabajadores se han mantenido firmes en su lucha pese a estas amenazas y amedrentamientos, y en boca de sus dirigentes esperan que este gobierno cumpla la promesa de que estaría del lado del pueblo.
Diversos diputados y personeros de gobierno se han expresado apoyando la lucha de los trabajadores subcontratados y hasta han exigido la renuncia del gerente de ENAP. Eso sí, el tono ha estado marcado por los llamados a deponer la movilización. Como lo hizo Norberto Díaz, ex vicepresidente de la CUT y presidente de la Federación de trabajadores de ENAP, diciendo que “La lucha laboral es legítima, pero nada justifica que se ponga en riesgo el abastecimiento de hospitales, servicios públicos, cuarteles de Bomberos y consumidores en general”.
Y es que una cosa es “lidiar” con el boicot y lock out de una patronal que calculará costos y beneficios, descargando los primeros sobre las espaladas de los trabajadores y otra muy distinta es cuando se pone en acción la clase obrera que puede paralizar toda la producción capitalista donde reside el poder de la burguesía.
Desde distintas organizaciones sindicales han manifestado su apoyo a las medidas como algunos sindicatos de planta de ENAP Bio Bio, así como desde sindicatos portuarios y otros. Es importante extender esta lucha a nivel nacional de todos los trabajadores subcontratados de ENAP, colocando como norte el pase a planta de todos los trabajadores, siendo absorbidos por la mandante y ajustando la escala salarial al costo de la canasta familiar, sin depositar una gota de apoyo en los patrones “pymes” de las contratistas que esperan, frotándose las manos, que les mejoren los contratos para cortar su tajada y mantener a los trabajadores en la misma situación de miseria.
Es preciso avanzar hacia el control obrero de esta rama estratégica para la producción del país para controlar la producción, distribución, abastecimientos y precios de producción, que hoy amenaza a la población con especulación y racionamientos energéticos.
Todos por el triunfo de los trabajadores subcontratados de ENAP
El domingo 1 de mayo asistimos de principio a fin a la convocatoria a marcha y acto de la Central Clasista de Trabajadores en conmemoración del día internacional de la nuestra clase.
Como era de esperarse, a diferencia del acto oficial de la CUT donde desfilaron parlamentarios, convencionales y personeros de gobierno, al igual que en los gobiernos de Piñera y Bachelet, la represión no se hizo esperar asediando a los manifestantes ni bien comenzada la marcha con guanacos, zorrinos y piquetes de detención
En las postrimerías del acto, un grupo de lúmpenes, llamados “vendedores ambulantes” por la prensa burguesa, comenzó a amedrentar con palos y armas de fuego disparando contra los manifestantes. De esta acción resultaron al menos 4 personas heridas de bala, entre ellas Francisca Sandoval, periodista del Señal 3 La Victoria, cuyo estado es reservado y de extrema gravedad. Diversos registros audiovisuales dan cuenta de la coordinación, protección y acompañamiento de carabineros de estos elementos descompuestos, vale decir, de la misma categoría de lúmpenes aunque sin uniforme.
El gobierno y sus personeros comenzaron a darse vueltas sobre sí mismos, repudiando “enfrentamientos” y preocupándose por los “comerciantes” del barrio Meiggs. Pese a toda la evidencia disponible, demoran en detener a un par de estos individuos para finalmente, por medio de la justicia, la fiscalía y el ministerio del interior, les pareciera excesiva la “prisión preventiva” por lo que les otorgaron el beneficio de la prisión domiciliaria, quedando sólo uno detenido y protegido por la fuerza policial. Un pequeño contraste con los presos por luchar quienes llevan más de 2 años detenidos por montajes policiales, hacer una barricada o directamente condenados, como Felipe Santana condenado a 7 años de cárcel por quemar una banca de la catedral de Puerto Montt. Una muestra evidente del carácter de clase burgués de la justicia, el ministerio público y del propio ejecutivo.
Los militantes PC y FA que aún posan de estar “con el pueblo” salen a hablar de que carabineros “se mandan solos” que la institución estaría tomada por “poderes facticos” y toda una gran variedad de estupideces por el estilo. Por ello es que recurrieron a la PDI a que desarrolle las investigaciones como si esta institución no tuviera el mismo prontuario y actividad que el resto de los aparatos represivos, con expertos en montajes para condenar a luchadores, infiltración de provocadores, colocación de pruebas falsas, encubrimiento de ejecuciones, etc, etc. Baste recordar la confianza depositada y el rol que cumplió esta institución putrefacta en el asesinato del dirigente sindical de chilectra Juan Pablo Jiménez en el 2013, que determinó que lo mató una “bala loca”.
Pero éste no es un hecho aislado. Ya en la primera marcha estudiantil que enfrentara al gobierno de Boric, carabineros arrinconó con la represión a los estudiantes hacia el mismo sector donde fueron agredidos por este tipo de despojos humanos quedando un estudiante herido de gravedad. En dicha ocasión también se registra la coordinación con carabineros. Posterior a este hecho en una reciente marcha de secundarios en lucha, una pareja de provocadores con cuchillos en mano amedrentan y hieren a un joven, siendo éstos rescatados por los carros blindados cuando la movilización los encaraba.
Ya en países como Colombia, donde las víctimas de disparos de bandas paramilitares se cuentan por cientos, es común el uso de parte del Estado burgués de estos grupos comandados para asesinar a luchadores sociales y líderes sindicales.
El continuo respaldo y celebraciones a carabineros de parte del gobierno, la continuidad de su alto mando, la operación de lavado de cara progre (con sus escuadrones paritarios), el reforzamiento presupuestario, el aumento de dotación y pertrechos represivos en la zona sur, etc, demuestran de modo fehaciente que este gobierno, al servicio de la burguesía y el imperialismo, necesita de la esencia represiva del aparato de estado para mantener la dominación de clase.
No se trata ni de reformar, ni refundar esta institución, es preciso pelear por su disolución que impondremos por medio de la lucha de clases.
También es necesario levantar comités de autodefensa para preservar la integridad de los que luchan, repeler y derrotar la acción concertada de fuerzas represivas y sus elementos auxiliares.
No se puede confiar ni un milímetro en que el aparato burocrático del estado podrá dar una respuesta al reclamo de justicia. Ya lo hemos visto en la impunidad que abundan en los casos de muertos, mutilados y lesionados del 18-O, así como en los crímenes de decenas de luchadores asesinados en “democracia” y miles de muertos y desaparecidos durante la dictadura.
Es menester impulsar una comisión investigadora independiente de todo organismo estatal encabezada por la Señal 3 La Victoria, familiares y organizaciones obreras para esclarecer los hechos y convocar a la lucha por conquistar la justicia, la que no vendrá de la mano de esta democracia para ricos.
Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Fuera las tropas rusas de Ucrania!
Ese debe ser el grito de guerra de los trabajadores del todo el mundo en nuestro día. Debemos enfrentar esta situación histórica mundial con la fuerza de nuestra clase, para destruir este sistema capitalista que solo nos garantiza super explotación y una vida miserable.
En este día vuelven a flamear las banderas de la Comuna de París, de la Revolución Rusa, de los mártires de Chicago y de los dirigentes obreros que murieron o fueron asesinados enfrentando a este sistema capitalista. Por eso, a 136 años de aquel 1° de mayo en el que la burguesía norteamericana asesinó a los mártires de Chicago, debemos reafirmar las tareas de los revolucionarios en la pelea contra el capitalismo y sus instituciones. Luchamos por la destrucción del Estado burgués y nos apoyamos en la experiencia de la Revolución Rusa y su sistema soviético.
Este 1° de mayo nos encuentra a los trabajadores enfrentando las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis económica, política y social. Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y un aumento en los alimentos y la energía producto de la guerra y las sanciones económicas impulsadas por le imperialismo contra la Rusia de Putin. Todo esto golpea de lleno en las condiciones de vida de nuestra clase.
La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva más de dos meses de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.
Mientras tanto la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex Estados obreros, tratando de imponer condiciones de semi colonia a éstos. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.
Inexorablemente la asimilación de los ex Estados obreros se iba a plantear en la arena mundial y no en las particularidades de cada país. Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.
En distintos lugares del planeta sectores de trabajadores han retomado los métodos de nuestra clase para enfrentar los procesos de la pandemia y el desarrollo de la guerra en Ucrania. Como sostenemos los marxistas, la unión creativa de lo consciente y lo inconsciente es lo que habitualmente llamamos inspiración. La revolución es la inspiración violenta de la historia.
Es en estos momentos en los que se torna primordial la intervención del proletariado como una clase internacional, para mostrar el poderío de una clase que puede enfrentar a sus Estados burgueses, transformar la guerra en Ucrania en guerra revolucionaria y detener el proceso de asimilación en los ex Estados obreros de forma revolucionaria.
Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV Internacional, para dotar de una dirección revolucionario a este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial. Creemos que como primera tarea en esa dirección debemos llamar a una Conferencia internacional de las corrientes trotskistas que aun reivindican la dictadura del proletariado para discutir las tareas ante la guerra en Ucrania y la crisis mundial.
Ante una dirección anárquica como es el sistema capitalista, que depende de sus Estados mayores armados para garantizar la reproducción del capital, nosotros peleamos por una dirección colectiva consciente, que prepare las etapas de la dictadura del proletariado, ya que el sistema actual engendra las condiciones materiales y las formas sociales para la reconstrucción económica de la sociedad.
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
Charla debate
CRISIS, GUERRAS Y LOS DESAFÍOS DE LOS REVOLUCIONARIOS
Sábado 09/04
17hs Argentina-Brasil
16hs Chile
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
Más...
El pasado 11 de marzo asumió el gobierno de Boric dándose un “baño de masas”, no tan numerosas como cuando amplios sectores salieron a festinar la derrota electoral del candidato ultraderechista, más bien un cúmulo de expresiones heterogéneas donde la algarabía por el inicio de un “nuevo Chile” era condimentado por una cruenta represión de los pacos (ahora de Boric) contra los que exigían la libertad de los presos por luchar. Al día posterior retiraron 139 querellas por ley de seguridad del estado contra los presos políticos, cuyo efecto es absolutamente nulo ya que a nadie dejará en libertar, a lo sumo disminuirá la potencial condena en algún caso aislado. En un gobierno esmerado en la producción de los simbolismos culturales o identitarios, es bien simbólico que la encargada de liderar el “tema de los presos políticos”, Camila Barros, sea la que envió a al profesor Roberto Campos a la cárcel por atentar contra un torniquete del metro el mismo 18 de Octubre de 2019.
No tardó Boric en llamar a terminar con las “actividades delictuales” de los viernes en “plaza Italia” en alusión a las persistentes manifestaciones dando luz verde a la continuidad de la represión. Lo que no es de extrañar de un gobierno integrado por el PC que intentará aislar y liquidar cualquier expresión crítica que surja “por izquierda”. Eso sí, felicitó emocionado contar con “escuadrones paritarios” de represión (de pacas y pacos) que darán el sello “feminista” al gobierno al garantizar el orden en la democracia semicolonial.
En el mismo sentido dio continuidad al Estado de Excepción en el norte del país con el fin de atacar el “problema migratorio” de cientos de miles de familias trabajadoras que emprendieron rumbo hacia el “oasis” chileno que las acoge a punta de fusiles.
La expresidenta del colegio médico devenida en ministra del interior, que se autopostula como la “madre de Chile”, fue recibida a balazos cuando trató de ingresar a la comunidad mapuche de Temucuicui con una comitiva de autos blindados, carabineros y servicios de inteligencia. Evidentemente el “baño de masas” recibido unos días atrás, así como los saludos en lengua mapuche, no fueron suficientes para seducir a los jóvenes, trabajadores y campesinos mapuches que, asediados en una zona militarizada por décadas, requieren llevar adelante una profunda y extensa revolución agraria que lideren los trabajadores forestales cuestionando la propiedad privada de los medios de producción.
La incorporación y cuoteo de cargos estatales con los viejos personeros de la concertación deja en calma a la burguesía, como el ministro de hacienda Mario Marcel, un ejecutor eficiente de políticas del imperialismo como la regla del superávit estructural, quien promete sostener la reducción del 20% del gasto público así como limitar la reforma tributaria a subir algunos puntos al impuesto a las ganancias, sin afectar por supuesto a las 7 familias que regentean Chile que casi triplicaron sus ganancias durante la pandemia.
Prometen ingresar al congreso como parte de su promesa de campaña el proyecto de salario mínimo de$ 400 mil, digamos que el salario medio que hoy reciben las familias trabajadoras y que no llega ni a la mitad de una canasta familiar, el que será absorbido por la creciente inflación. Eso sí, muy probablemente el proyecto venga acompañado con algunos subsidios para ir en ayuda de las pobres “pymes” emprendedoras, de los pequeños explotadores que abundan en las grandes empresas donde el los niveles de subcontratación llegan al 70%.
La reforma laboral que tienen en carpeta apunta a la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 hs semanales, algo que despierta sin dudas expectativas entre los trabajadores. Sin embargo los empresarios ya están imponiendo distintas formas de “jornadas excepcionales” para que las 40 hs no signifique trabajar de lunes a viernes, sino que imponer la flexibilización laboral con jornadas que alternen descansos entre semana y cambios de turno alternados. Al mismo tiempo aprovecharán estos cambios para reducir los salarios por medio de la rotación, aprovechando el extenso ejército de reserva, incluida la mano de obra barata a que destinan al trabajador inmigrante. Los trabajadores debemos organizarnos e impulsar un Congreso de delegados de base de toda la clase trabajadora para levantar un plan de lucha e impedir este ataque en curso contra nuestra jornada y salario imponiendo el control obrero en las empresas y luchando por la escala móvil de horas de trabajo y salario.
Una última referencia la podemos dar a la Convención Constitucional que, en sintonía con el actual gobierno, se encuentra entrampada en las definiciones semánticas de Estado, aunque ya zanjó el “derecho a la propiedad privada” para dar “seguridad jurídica” a las empresas imperialistas. Tratarán de sacar el nuevo texto constitucional lo antes posible para hacer que su aprobación sea como una suerte de plebiscito del nuevo gobierno. “Sanar las heridas del estallido” en palabras de Boric, no significa otra cosa que terminar de asentar el desvío de la semiinsurrección de Octubre del 19, en una operación de maquillaje al aparato burocrático militar que sostiene la dominación del capital y el imperialismo.
Bregamos porque el activismo y la izquierda revolucionaria puedan recapacitar de su política de seguidismo y exigencia al actual gobierno y nos demos a la tarea de impulsar una política de independencia de clase hacia la conquista de un gobierno obrero, sobre las ruinas del semiestado capitalistas.
Artículo publicado en "El Impreso #80", Periódico de la Corriente Obrera Revolucionaria de Argentina, próximamente en www.cor-digital.org
Fuera las tropas rusas de Ucrania. Por la unidad internacionalista del proletariado contra el imperialismo de la OTAN
7 de marzo de 2022
La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva 12 días de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.
Mientras tanto la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex estados obreros, tratando de imponer condiciones de semi colonia a éstos. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.
Es que la asimilación de los ex estados obreros se iba a plantear en la arena mundial y no en las particularidades de cada país. Por eso exige de los revolucionarios abocarse a la tarea urgente de reagrupar las fuerzas para desarrollar una dirección revolucionaria, que en esta época es la reconstrucción de la IV Internacional, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial ante los escenarios de guerra a donde nos llevan los países imperialistas y las direcciones bonapartistas y restauracionistas de los ex estados obreros.
Putin trajo el fantasma de Lenin al escenario de guerra, acusando al revolucionario de ser el responsable de que Ucrania tenga ideas de nación independiente, cuando siempre debió ser parte de la gran Rusia. Debemos recordar que fue la dirección de la revolución rusa la que innovó con la forma estatal de la dictadura del proletariado internacional, lo que denominaron Federación, y desde ahí se le planteó a Ucrania la autodeterminación para que elijan la forma de relacionarse con el proceso revolucionario abierto. La población ucraniana decidió incorporarse a la Federación de repúblicas soviéticas y ese hito histórico mostró la superioridad de una dirección consciente contra las políticas del imperialismo de anexiones y colonialismo reinante. Es esa parte de la historia la que no quieren contar en esta situación, es ese fantasma el que intentan esconder y es justamente desde donde debemos partir los revolucionarios para desplegar nuestras políticas, de lo más avanzado que ha dado nuestra clase, como lo fueron las federaciones. Es por eso que sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales.
Lenin sostenía antes de la primera guerra mundial, en algunos momentos en soledad, que había que convertir la guerra en guerra civil contra sus gobiernos. Con esa línea logró convencer a gran parte de los revolucionarios y fue una de las más destacadas tácticas militares de la época imperialista. Sin embargo, en esta situación de la invasión de Rusia a Ucrania debemos repensar la táctica militar, ya que es un hecho inédito en la historia que ex estados obreros en el proceso de asimilación al capitalismo entren en guerra. La dinámica de clases de estas formaciones transicionales es diferente a la de los estados burgueses consolidados. Debemos plantear “fuera las tropas rusas de Ucrania” y la necesidad de enfrentar al gobierno de Rusia y Ucrania con una insurrección proletaria que destruya el proceso de restauración capitalista en curso. Esta insurrección debe inscribirse dentro de la táctica de guerra revolucionaria, como planteaba Lenin, en la tarea de que ésta sea parte de las revoluciones complementarias que definía Trotsky, para impedir los procesos de asimilación al sistema capitalista.
Sostenemos que los trabajadores de Ucrania deben defender las fábricas y sus organizaciones con armas en mano, es decir, deben formar una dirección proletaria contra la invasión. Y los trabajadores rusos deben imponer los métodos obreros para detener la invasión y unirse al proletariado ucraniano en la necesidad de convertir esta guerra en una guerra revolucionaria. Es evidente que estas tareas no pueden realizarlas solos, para eso debe venir en su auxilio el proletariado mundial, principalmente el proletariado de los países que integran la OTAN, y en el fragor de estos combates de clase debemos reconstruir nuestra dirección internacional que no es otra que la IV Internacional.
Por una conferencia internacional urgente con las corrientes que aun levantan la necesidad de la dictadura del proletariado donde avancemos en acciones internacionalistas.
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
24 de febrero de 2022
El gobierno de Putin realizó una acción militar denominada “operación militar especial” en Ucrania, aduciendo una defensa en la región prorrusa del Donbass. Rusia bombardeó objetivos militares y estratégicos en Ucrania y amenaza con una invasión de sus tropas por distintos flancos a una Ucrania asediada.
Putin justifica el ataque diciendo que busca garantizar la independencia de las autodenominadas “repúblicas populares” de Donetsk y Lugannsk, que durante los últimos 8 años han sido atacadas por el ejército ucraniano. De esta manera intenta desestabilizar al gobierno de Ucrania, que es aliado de la OTAN.
La respuesta del imperialismo norteamericano y de la UE es mayores sanciones económicas para que Putin desista de su avance guerrerista. Por otro lado, China intenta hacer equilibrio en esta situación de caos.
Ante este escenario los revolucionarios debemos intervenir planteando una salida obrera a la crisis que se ha abierto, para intervenir de forma independiente en una situación mundial signada por la crisis económica y acelerada por la pandemia. Debemos agitar ante el conjunto de los trabajadores que esta no es nuestra guerra, que es totalmente ajena a los intereses históricos del proletariado. Los intereses que persiguen la OTAN y el imperialismo son los de asimilar como una semi colonia a los ex Estados obreros. Por el lado del gobierno de Putin se busca sostener una burocracia restauracionista al servicio de una protoburguesía que no está dispuesta, en su transición al capitalismo, a ser una simple semi colonia.
Las “severas sanciones económicas” que plantea el imperialismo se pagarán a costa de una mayor explotación de nuestra clase, no solo en sus propios países, sino de la expoliación de las semicolonias. Es por eso que debemos unir a los trabajadores en contra de los gobiernos de turno e impedir, con métodos obreros, que se ponga en marcha la maquinaria militar para defender intereses imperialistas. En la región en conflicto debemos buscar la unidad entre el proletariado ucraniano y el ruso para detener la restauración capitalista en curso, expropiar a la protoburguesía y retomar las tareas revolucionarias que quedaron inconclusas. Esto partiendo de recuperar lo más avanzado de las lecciones del proceso revolucionario de octubre, como la conformación de federaciones como forma estatal de la dictadura del proletariado, lecciones que no por casualidad tanto el imperialismo como Putin y los restauracionistas rusos aborrecen y quieren borrar de la historia.
Este conflicto se desarrolla en medio de una descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación de los ex Estados obreros. El imperialismo norteamericano intenta retomar la hegemonía mundial, mostrando a su paso su debilidad histórica, mientras que las burocracias al mando de los ex estados obreros de Rusia y China intentan mantener el lugar conquistado dentro del sistema capitalista en crisis.
A los que nos reivindicamos marxistas revolucionarios llamamos de forma urgente a las corrientes que aun levanten la dictadura del proletariado a una Conferencia Internacional para discutir un programa y acciones internacionalistas en común.
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
La escalada belicista por intermedio de la OTAN para disciplinar las zonas de influencia de Rusia, en este caso en Ucrania, la cual el imperialismo norteamericano pretende que pertenezca a la OTAN contradiciendo la consideración de Rusia de que debe estar bajo su influencia, ha entrado en la diplomacia de las armas.
Esta situación se da en un contexto internacional donde la supuesta normalidad de la post pandemia es un espejismo, ya que la variante ómicron sigue demostrando que no está solucionado el problema del covid. El impacto de la crisis económica es cada vez mayor, a pesar de la remontada de 2021 y las expectativas de recuperación que impulsaría la vacunación masiva, las economías en general no han logrado alcanzar los niveles de producción del 2019 y para este año ya se prevé una fuerte desaceleración.
El territorio en disputa, Ucrania, condensa los procesos históricos del último periodo. Fue parte de la URSS, parte de su proceso de disolución y de las disputas territoriales en la formación de su Estado, considerando que en su momento fue uno de los motores económicos de la ex URSS por su petróleo y recursos naturales.
Este conflicto debe enmarcarse dentro de una etapa histórica que nosotros definimos como un proceso combinado de descomposición del imperialismo y de asimilación de los ex Estados obreros. Consideramos importante hacer esta precisión en el análisis, porque nos permite entender mejor el fenómeno, en el cual el imperialismo norteamericano en su decadencia pretende recuperar la hegemonía mundial e intenta asimilar a Rusia al sistema capitalista mientras la protoburguesia rusa negocia la condición de su transición al capitalismo.
Los marxistas sostenemos que la asimilación de los ex Estados obreros se desarrollará en la arena mundial, donde se definirá si su transición es a Estados o semi Estados semi coloniales, o si en el desarrollo de la restauración capitalista se dan procesos revolucionarios, con revoluciones complementarias -como denominaba Trotsky a las revoluciones internas que corregían el rumbo de las transiciones en la dinámica de revolución permanente-, donde derrotemos la transición capitalista y formemos un nuevo Estado obrero. La burocracia rusa que sobrevivió del estallido de la URSS, pero que no pudo convertirse en clase burguesa por su relación con los medios de producción aun estatales en su mayoría, no puede conformarse como clase y por lo tanto dificulta la formación de un Estado burgués y esa contradicción llevado al plano internacional obliga a esa protoburguesía en formación a la autoadaptación al proceso de restauración capitalista conquistado parcialmente, defendiéndolo y buscando áreas de influencia mediante mecanismo económicos o militares como fue la anexión de Crimea en 2014.
En la transición del capitalismo al socialismo, en los albores del primer Estado Obrero del mundo, Trotsky se preguntaba si la burocracia soviética iba a ser asimilada en el proceso de transición, situación que no se dio y fue esa burocracia la que truncó la extinción del Estado y se conformó en un bonapartismo que preparó las condiciones para la restauración capitalista. Lo que no pudo prever esa burocracia fue que su asimilación al sistema capitalista se produciría en momentos de una decadencia histórica y sin garantías de supervivencia.
Mientras tanto el imperialismo norteamericano intenta, en medio de una crisis mundial que la pandemia vino a acelerar, recuperar terreno perdido en la arena mundial, utilizando su poderío militar para disciplinar a sus aliados como la UE, que está en crisis total, y mostrar su dirección ante su enemigo número uno, que es China. La debilidad de EEUU para imponer su poderío es su situación interna, ya que no puede recrear una base social que apoye una eventual guerra.
Asistimos a una situación mundial convulsiva donde hemos presenciado procesos de masas en distintos puntos del mundo enfrentando la política imperialista ante la pandemia y los ataques a las condiciones de vida de la población.
El conflicto abierto entre Rusia y la OTAN obliga a los revolucionarios a una gran campaña internacional para que los trabajadores intervengan en contra de la OTAN y sus países miembros e impulsen la solidaridad entre el proletariado ucraniano y ruso para enfrentar la restauración capitalista con métodos revolucionarios. Es necesario que el proletariado de esta región recupere lo más avanzado de las lecciones del proceso revolucionario, como la conformación de federaciones como forma estatal de la dictadura del proletariado.
La crisis mundial y la pandemia aceleraron las definiciones históricas en la situación internacional para la supervivencia del imperialismo norteamericano y para clausurar el periodo de los Estados obreros. En esta situación los marxistas tenemos grandes desafíos y responsabilidades. Insistimos en nuestro llamado a una Conferencia Internacional con las corrientes que aun reivindican la dictadura del proletariado y la necesidad de la reconstrucción de la IV Internacional como tarea urgente.