TRCI-web

TRCI-web

Los trabajadores subcontratados de ENAP de la región del BioBio, agrupados en Fenatrasub, llevan una semana de movilización paralizando parcialmente la refinería en Huelén y afectando el terminal marítimo de San Vicente.

Reclaman a la gerencia de ENAP la puesta inmediata de una “mesa de trabajo” con el fin de abordar la situación de los trabajadores subcontratados, en particular las amplias diferencias de salarios con los trabajadores de planta.

Desde la gerencia de ENAP se han negado a establecer el diálogo y han culpabilizado a los trabajadores de un potencial desabastecimiento de combustible en el país. Estas declaraciones las realizaron en el momento en que el bloqueo y lock out de las patronales camioneras, orquestado y concertado por los grupos económicos como la CMPC (grupo cómplice de la dictadura en el asesinato y desaparición de luchadores obreros y campesinos), iniciaban un lock out patronal de las plantas de celulosa, exigiendo “mayor seguridad”, es decir, una mayor represión y presencia policial y militar.

El gobierno de Boric, solícito con el chantaje patronal, posando de no abandonar su discurso “progresista” de levantar el Estado de excepción, sacó de la galera un “estado intermedio”. Mayor presencia de carabineros en las ciudades y presencia militar en las rutas, con vigilancia de drones, etc, etc. Una política represiva de continuidad, como se vio en el pasado día del trabajador donde la represión y el amparo de bandas lúmpenes, terminaron hiriendo de bala a manifestantes, quedando Francisca en estado de extrema gravedad, lo que se suma a la represión sistemática hacia los estudiantes, a las luchas por las liberación de los presos y el asesinato por bandas armadas de un comunero mapuche en la toma de un fundo en la zona sur.

Pretendiendo amedrentar al boicot camionero, Boric, puso en la misma bolsa a los trabajadores subcontratados de Enap, amenazando con la intervención represiva y la aplicación de la ley de seguridad del Estado.

Ante la impopularidad de la escalada patronal camionera-forestal, éstos decidieron retroceder y desmovilizar a sus huestes a sueldo.

Mientras tanto los trabajadores se han mantenido firmes en su lucha pese a estas amenazas y amedrentamientos, y en boca de sus dirigentes esperan que este gobierno cumpla la promesa de que estaría del lado del pueblo.

Diversos diputados y personeros de gobierno se han expresado apoyando la lucha de los trabajadores subcontratados y hasta han exigido la renuncia del gerente de ENAP. Eso sí, el tono ha estado marcado por los llamados a deponer la movilización. Como lo hizo Norberto Díaz, ex vicepresidente de la CUT y presidente de la Federación de trabajadores de ENAP, diciendo que “La lucha laboral es legítima, pero nada justifica que se ponga en riesgo el abastecimiento de hospitales, servicios públicos, cuarteles de Bomberos y consumidores en general”.

Y es que una cosa es “lidiar” con el boicot y lock out de una patronal que calculará costos y beneficios, descargando los primeros sobre las espaladas de los trabajadores y otra muy distinta es cuando se pone en acción la clase obrera que puede paralizar toda la producción capitalista donde reside el poder de la burguesía.

Desde distintas organizaciones sindicales han manifestado su apoyo a las medidas como algunos sindicatos de planta de ENAP Bio Bio, así como desde sindicatos portuarios y otros. Es importante extender esta lucha a nivel nacional de todos los trabajadores subcontratados de ENAP, colocando como norte el pase a planta de todos los trabajadores, siendo absorbidos por la mandante y ajustando la escala salarial al costo de la canasta familiar, sin depositar una gota de apoyo en los patrones “pymes” de las contratistas que esperan, frotándose las manos, que les mejoren los contratos para cortar su tajada y mantener a los trabajadores en la misma situación de miseria.

Es preciso avanzar hacia el control obrero de esta rama estratégica para la producción del país para controlar la producción, distribución, abastecimientos y precios de producción, que hoy amenaza a la población con especulación y racionamientos energéticos.

Todos por el triunfo de los trabajadores subcontratados de ENAP

Tuesday, 03 May 2022 23:07

Lúmpenes armados, el nuevo protocolo

El domingo 1 de mayo asistimos de principio a fin a la convocatoria a marcha y acto de la Central Clasista de Trabajadores en conmemoración del día internacional de la nuestra clase.

Como era de esperarse, a diferencia del acto oficial de la CUT donde desfilaron parlamentarios, convencionales y personeros de gobierno, al igual que en los gobiernos de Piñera y Bachelet, la represión no se hizo esperar asediando a los manifestantes ni bien comenzada la marcha con guanacos, zorrinos y piquetes de detención

En las postrimerías del acto, un grupo de lúmpenes, llamados “vendedores ambulantes” por la prensa burguesa, comenzó a amedrentar con palos y armas de fuego disparando contra los manifestantes. De esta acción resultaron al menos 4 personas heridas de bala, entre ellas Francisca Sandoval, periodista del Señal 3 La Victoria, cuyo estado es reservado y de extrema gravedad. Diversos registros audiovisuales dan cuenta de la coordinación, protección y acompañamiento de carabineros de estos elementos descompuestos, vale decir, de la misma categoría de lúmpenes aunque sin uniforme.

El gobierno y sus personeros comenzaron a darse vueltas sobre sí mismos, repudiando “enfrentamientos” y preocupándose por los “comerciantes” del barrio Meiggs. Pese a toda la evidencia disponible, demoran en detener a un par de estos individuos para finalmente, por medio de la justicia, la fiscalía y el ministerio del interior, les pareciera excesiva la “prisión preventiva” por lo que les otorgaron el beneficio de la prisión domiciliaria, quedando sólo uno detenido y protegido por la fuerza policial. Un pequeño contraste con los presos por luchar quienes llevan más de 2 años detenidos por montajes policiales, hacer una barricada o directamente condenados, como Felipe Santana condenado a 7 años de cárcel por quemar una banca de la catedral de Puerto Montt. Una muestra evidente del carácter de clase burgués de la justicia, el ministerio público y del propio ejecutivo.

Los militantes PC y FA que aún posan de estar “con el pueblo” salen a hablar de que carabineros “se mandan solos” que la institución estaría tomada por “poderes facticos” y toda una gran variedad de estupideces por el estilo. Por ello es que recurrieron a la PDI a que desarrolle las investigaciones como si esta institución no tuviera el mismo prontuario y actividad que el resto de los aparatos represivos, con expertos en montajes para condenar a luchadores, infiltración de provocadores, colocación de pruebas falsas, encubrimiento de ejecuciones, etc, etc. Baste recordar la confianza depositada y el rol que cumplió esta institución putrefacta en el asesinato del dirigente sindical de chilectra Juan Pablo Jiménez en el 2013, que determinó que lo mató una “bala loca”.

Pero éste no es un hecho aislado. Ya en la primera marcha estudiantil que enfrentara al gobierno de Boric, carabineros arrinconó con la represión a los estudiantes hacia el mismo sector donde fueron agredidos por este tipo de despojos humanos quedando un estudiante herido de gravedad. En dicha ocasión también se registra la coordinación con carabineros. Posterior a este hecho en una reciente marcha de secundarios en lucha, una pareja de provocadores con cuchillos en mano amedrentan y hieren a un joven, siendo éstos rescatados por los carros blindados cuando la movilización los encaraba.

Ya en países como Colombia, donde las víctimas de disparos de bandas paramilitares se cuentan por cientos, es común el uso de parte del Estado burgués de estos grupos comandados para asesinar a luchadores sociales y líderes sindicales.

El continuo respaldo y celebraciones a carabineros de parte del gobierno, la continuidad de su alto mando, la operación de lavado de cara progre (con sus escuadrones paritarios), el reforzamiento presupuestario, el aumento de dotación y pertrechos represivos en la zona sur, etc, demuestran de modo fehaciente que este gobierno, al servicio de la burguesía y el imperialismo, necesita de la esencia represiva del aparato de estado para mantener la dominación de clase.

No se trata ni de reformar, ni refundar esta institución, es preciso pelear por su disolución que impondremos por medio de la lucha de clases.

También es necesario levantar comités de autodefensa para preservar la integridad de los que luchan, repeler y derrotar la acción concertada de fuerzas represivas y sus elementos auxiliares.

No se puede confiar ni un milímetro en que el aparato burocrático del estado podrá dar una respuesta al reclamo de justicia. Ya lo hemos visto en la impunidad que abundan en los casos de muertos, mutilados y lesionados del 18-O, así como en los crímenes de decenas de luchadores asesinados en “democracia” y miles de muertos y desaparecidos durante la dictadura.

Es menester impulsar una comisión investigadora independiente de todo organismo estatal encabezada por la Señal 3 La Victoria, familiares y organizaciones obreras para esclarecer los hechos y convocar a la lucha por conquistar la justicia, la que no vendrá de la mano de esta democracia para ricos.

Sunday, 01 May 2022 17:32

El Nuevo Curso #29

Descarga el PDF

Thursday, 07 April 2022 22:05

TRFI International Journal #2

PDF available 

El pasado 11 de marzo asumió el gobierno de Boric dándose un “baño de masas”, no tan numerosas como cuando amplios sectores salieron a festinar la derrota electoral del candidato ultraderechista, más bien un cúmulo de expresiones heterogéneas donde la algarabía por el inicio de un “nuevo Chile” era condimentado por una cruenta represión de los pacos (ahora de Boric) contra los que exigían la libertad de los presos por luchar. Al día posterior retiraron 139 querellas por ley de seguridad del estado contra los presos políticos, cuyo efecto es absolutamente nulo ya que a nadie dejará en libertar, a lo sumo disminuirá la potencial condena en algún caso aislado. En un gobierno esmerado en la producción de los simbolismos culturales o identitarios, es bien simbólico que la encargada de liderar el “tema de los presos políticos”, Camila Barros, sea la que envió a al profesor Roberto Campos a la cárcel por atentar contra un torniquete del metro el mismo 18 de Octubre de 2019.

No tardó Boric en llamar a terminar con las “actividades delictuales” de los viernes en “plaza Italia” en alusión a las persistentes manifestaciones dando luz verde a la continuidad de la represión. Lo que no es de extrañar de un gobierno integrado por el PC que intentará aislar y liquidar cualquier expresión crítica que surja “por izquierda”. Eso sí, felicitó emocionado contar con “escuadrones paritarios” de represión (de pacas y pacos) que darán el sello “feminista” al gobierno al garantizar el orden en la democracia semicolonial.

En el mismo sentido dio continuidad al Estado de Excepción en el norte del país con el fin de atacar el “problema migratorio” de cientos de miles de familias trabajadoras que emprendieron rumbo hacia el “oasis” chileno que las acoge a punta de fusiles.

La expresidenta del colegio médico devenida en ministra del interior, que se autopostula como la “madre de Chile”, fue recibida a balazos cuando trató de ingresar a la comunidad mapuche de Temucuicui con una comitiva de autos blindados, carabineros y servicios de inteligencia. Evidentemente el “baño de masas” recibido unos días atrás, así como los saludos en lengua mapuche, no fueron suficientes para seducir a los jóvenes, trabajadores y campesinos mapuches que, asediados en una zona militarizada por décadas, requieren llevar adelante una profunda y extensa revolución agraria que lideren los trabajadores forestales cuestionando la propiedad privada de los medios de producción.

La incorporación y cuoteo de cargos estatales con los viejos personeros de la concertación deja en calma a la burguesía, como el ministro de hacienda Mario Marcel, un ejecutor eficiente de políticas del imperialismo como la regla del superávit estructural, quien promete sostener la reducción del 20% del gasto público así como limitar la reforma tributaria a subir algunos puntos al impuesto a las ganancias, sin afectar por supuesto a las 7 familias que regentean Chile que casi triplicaron sus ganancias durante la pandemia.

Prometen ingresar al congreso como parte de su promesa de campaña el proyecto de salario mínimo de$ 400 mil, digamos que el salario medio que hoy reciben las familias trabajadoras y que no llega ni a la mitad de una canasta familiar, el que será absorbido por la creciente inflación. Eso sí, muy probablemente el proyecto venga acompañado con algunos subsidios para ir en ayuda de las pobres “pymes” emprendedoras, de los pequeños explotadores que abundan en las grandes empresas donde el los niveles de subcontratación llegan al 70%.

La reforma laboral que tienen en carpeta apunta a la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 hs semanales, algo que despierta sin dudas expectativas entre los trabajadores. Sin embargo los empresarios ya están imponiendo distintas formas de “jornadas excepcionales” para que las 40 hs no signifique trabajar de lunes a viernes, sino que imponer la flexibilización laboral con jornadas que alternen descansos entre semana y cambios de turno alternados. Al mismo tiempo aprovecharán estos cambios para reducir los salarios por medio de la rotación, aprovechando el extenso ejército de reserva, incluida la mano de obra barata a que destinan al trabajador inmigrante. Los trabajadores debemos organizarnos e impulsar un Congreso de delegados de base de toda la clase trabajadora para levantar un plan de lucha e impedir este ataque en curso contra nuestra jornada y salario imponiendo el control obrero en las empresas y luchando por la escala móvil de horas de trabajo y salario.

Una última referencia la podemos dar a la Convención Constitucional que, en sintonía con el actual gobierno, se encuentra entrampada en las definiciones semánticas de Estado, aunque ya zanjó el “derecho a la propiedad privada” para dar “seguridad jurídica” a las empresas imperialistas. Tratarán de sacar el nuevo texto constitucional lo antes posible para hacer que su aprobación sea como una suerte de plebiscito del nuevo gobierno. “Sanar las heridas del estallido” en palabras de Boric, no significa otra cosa que terminar de asentar el desvío de la semiinsurrección de Octubre del 19, en una operación de maquillaje al aparato burocrático militar que sostiene la dominación del capital y el imperialismo.

Bregamos porque el activismo y la izquierda revolucionaria puedan recapacitar de su política de seguidismo y exigencia al actual gobierno y nos demos a la tarea de impulsar una política de independencia de clase hacia la conquista de un gobierno obrero, sobre las ruinas del semiestado capitalistas.

 

Artículo publicado en "El Impreso #80", Periódico de la Corriente Obrera Revolucionaria de Argentina, próximamente en www.cor-digital.org

Russian troops out of Ukraine. For the internationalist unity of the proletariat against NATO imperialism

March 7th, 2022

The so-called "Special Operation" of Putin's government against Ukraine has already been going on for 12 days, trying to impose by military force the conditions of a new status quo on the world scene after the fall of the Berlin Wall and the dismemberment of the USSR.

Meanwhile NATO uses this war conflict to accelerate the process of assimilation of the former workers' states, trying to impose semi-colonial conditions on them. Therefore, in the Ukrainian territory unfinished historical processes are being defined, in the necessity of survival of the capitalist system.

Of course, the assimilation of the former workers’ states was going to be raised in the world arena and not in the particularities of each country.  That is why it demands of revolutionaries to devote themselves to the urgent task of regrouping the forces to develop a revolutionary leadership, which in this epoch is the reconstruction of the Fourth International, to regenerate a worker’s vanguard that can give a Marxist perspective to the world proletariat before the scenarios of war to which the imperialist countries and the Bonapartist and restorationist leaderships of the former workers’ states are leading us.

Putin brought the ghost of Lenin to the war scenario, accusing the revolutionary of being responsible for Ukraine having ideas of an independent nation, when it should always have been part of greater Russia. We must remember that it was the leadership of the Russian revolution that innovated with the state form of the dictatorship of the international proletariat, what they called Federation, and from there it was proposed to Ukraine self-determination for them to choose how to relate to the open revolutionary process. The Ukrainian population decided to join the Federation of Soviet Republics and that historical milestone showed the superiority of a conscious leadership against the policies of imperialism of annexations and colonialism reigning. It is that part of history that they do not want to tell in this situation, it is that ghost that they try to hide and it is precisely from where we revolutionaries must start to deploy our policies, from the most advanced that our class has given, as were the federations. That is why we support the revolutionary unity of the Ukrainian and Russian proletariat against their current governments.

Lenin maintained before the First World War, at times in solitude, that it was necessary to convert the war into civil war against their governments. With that line he succeeded in convincing a large part of the revolutionaries and it was one of the most outstanding military tactics of the imperialist epoch. However, in this situation of Russia's invasion of Ukraine we must rethink military tactics, since it is an unprecedented event in history that former workers’ states in the process of assimilation to capitalism go to war. The class dynamics of these transitional formations is different from that of the consolidated bourgeois states. We must raise "Russian troops out of Ukraine" and the need to confront the government of Russia and Ukraine with a proletarian insurrection that destroys the process of capitalist restoration underway. This insurrection must be inscribed within the tactic of revolutionary war, as Lenin posed, in the task of this being part of the complementary revolutions defined by Trotsky, to prevent the processes of assimilation to the capitalist system.

We maintain that the workers of Ukraine must defend the factories and their organizations with arms in hand, that is to say, they must form a proletarian leadership against the invasion. And the Russian workers must impose workers' methods to stop the invasion and join the Ukrainian proletariat in the need to turn this war into a revolutionary war. It is evident that these tasks cannot be carried out alone, for that the world proletariat must come to their aid, mainly the proletariat of the countries that make up NATO, and in the heat of these class struggles we must rebuild our international leadership which is none other than the IV International.

For an urgent international conference with the currents that still raise the need for the dictatorship of the proletariat where we advance in internationalist actions.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

February 24, 2022

Putin's government carried out a military action called "special military operation" in Ukraine, claiming a defense in the pro-Russian region of Donbass. Russia bombed military and strategic targets in Ukraine and threatens with an invasion of its troops from different flanks into a besieged Ukraine.

Putin justifies the attack by saying that he seeks to guarantee the independence of the self-proclaimed "people's republics" of Donetsk and Lugansk, which for the last 8 years have been attacked by the Ukrainian army. In this way it is trying to destabilize the Ukrainian government, which is a NATO ally.

The response of US imperialism and the EU is greater economic sanctions so that Putin desists from his warlike advance. On the other hand, China is trying to balance this situation of chaos.

Faced with this scenario, revolutionaries must intervene by proposing a workers' solution to the crisis that has opened up, to intervene independently in a world situation marked by the economic crisis and accelerated by the pandemic. We must agitate among the workers as a whole that this is not our war, that it is totally contrary to the historical interests of the proletariat. The interests pursued by NATO and imperialism are those of assimilating the former workers' states as a semi-colony. On the side of Putin's government, they seek to sustain a restorationist bureaucracy at the service of a proto-bourgeoisie that is not willing, in its transition to capitalism, to be a plain semi-colony.

The "severe economic sanctions" posed by imperialism will be paid for at the cost of greater exploitation of our class, not only in its own countries, but of the plundering of the semicolonies. That is why we must unite the workers against the governments in office and prevent, with workers' methods, the military machine from being set in motion to defend imperialist interests. In the region in conflict, we must seek unity between the Ukrainian and Russian proletariat to stop the capitalist restoration in course, expropriate the proto-bourgeoisie and complete the revolutionary tasks that were left unfinished. This, starting from recovering the most advanced lessons of the revolutionary process of October, such as the formation of federations as the state form of the dictatorship of the proletariat, lessons that -not by chance- both, imperialism and Putin and the Russian restorationists hate and want to erase from history.

This conflict is taking place in the midst of a decomposition of imperialism and a process of assimilation of the former workers' states. American imperialism is trying to recover world hegemony, showing its historical weakness, while the bureaucracies in command of the former workers' states of Russia and China are trying to maintain the place conquered within the capitalist system in crisis.

Those of us who claim to be revolutionary Marxists make an urgent call on the currents that still uphold the dictatorship of the proletariat to an International Conference to discuss a common internationalist program and actions. 

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

Saturday, 15 January 2022 17:30

Los obreros deben triunfar

600 trabajadores de la mina La Florida de la comuna de Alhue, en propiedad de la Canadiense Yamana Gold, llevan más de 38 días de huelga, en lo que constituye una lucha histórica para la minera y un hito en la lucha de clases del presente periodo.

No sólo su pliego de negociación abarca temas de importancia como beneficios de educación y salud, además del bono de término, sino que sus denuncias sobre las condiciones laborales y de insalubridad e inseguridad están también sobre la mesa. Así denuncian el trabajo contínuo de más de 13 días sin descanso, debiendo pernoctar en muchas ocasiones en colchonetas en el suelo sin las más mínimas condiciones de higiene, ventilación, etc, etc.

Yamana Gold, explota minas oro, plata y diversos minerales en distintos países (Canadá, Chile, Argentina) además de proyectos de exploración (Brasil, Mexico, Colombia, etc). Sus resultados del año 2021, en plena pandemia, ha tenido volúmenes de producción récord. Como lo denuncian los propios trabajadores en lucha, no han parado la producción pese a los contagios, aislamientos, accidentes laborales, etc.

La huelga ha logrado paralizar la producción, una medida fundamental para golpear la centralidad capitalista. La organización en turnos ha conseguido mantener el piquete en el acceso de entrada, lo que ha obligado a la minera a trasladar para el ingreso y egreso a un puñado de trabajadores que mantienen funciones básicas de la mina en helicóptero.

El corte de rutas efectuado periódicamente ha afectado la circulación de mercancías, lo que llevó a la empresa a trasladar a contingentes de carabineros de fuerzas especiales, dispuestos al servicio de la patronal, los que con guanacos, zorrillos y demás pertrechos, se trasladaron hacia la zona, siendo bienvenidos con una arsenal de piedras, “y los mineros sabemos de piedras”, por lo que la acción represiva no tuvo mayor efecto.

Se han hecho presente constituyentes, diputados, concejales a dar su apoyo y manifestar la “impotencia” de estas instituciones de charlatanería al servicio de la dominación capitalista.

También han recibido el apoyo de distintos sindicatos, entre ellos varios mineros y de federaciones mineras, aunque no han efectuado hasta el momento un apoyo activo para que su lucha triunfe instando a la movilización de nuestra clase.

La compañía asegura estar negociando de buena fe”, al tiempo que asegura a sus accionistas que “no espera ningún impacto negativo en la producción y los costos generales, ya que sus otras minas compensarán con creces cualquier posible déficit como resultado de la acción laboral”. Por ello también es prioritario establecer contacto y acuerdos de apoyo mutuo con los trabajadores organizados en las otras minas en los distintos países, tanto en las faenas de Yamana Gold, como hacia el resto de la rama minera mundial.

Es preciso llevar a cabo acciones de solidaridad y lucha para que triunfen los mineros en huelga, e impulsar el control obrero de la producción minera.

 

El freno del estatismo

 

Varios activistas que han pasado a solidarizar con la huelga del sindicato minera florida, han señalado que el camino es impulsar un proyecto de renacionalización del cobre y los recursos naturales, impulsando amplias campañas de firmas para que se declame esto en la nueva carta magna. Y lo hacen también impulsando una lógica redistribucionista, declarando que con dicha nacionalización se solucionarán todos los problemas, porque habrá dinero para solucionar la pobreza, la educación, la salud, las pensiones etc. Incluso en sus versiones más izquierdistas, que proclaman que esta nacionalización debe estar bajo control de los trabajadores, pretenden abstraerse del carácter mundial de la economía capitalista, recurriendo a recetas de corte estatistas pretendiendo reformar el aparato estatal burgués “en beneficio del pueblo”. De este modo en vez de impulsar el camino de la independencia política de nuestra clase, forjada en la acción, la lucha y la organización contra el capital y el imperialismo, pretenden llevar a los trabajadores a exigir migajas para la redistribución del renta nacional de la economía semicolonial.
La misma producción de oro sólo expresa la explotación de una materia prima cuyo producto ganó su lugar en la historia como equivalente general dentro de la sociedad capitalista, que hoy es fuente de salvaguarda en los flujos de capital, y residualmente como insumo para procesos productivos. Lo mismo podríamos decir del cobre cuya fluctuación en su precio se haya asociado a los vaivenes de la producción mundial. Intentar ver la acumulación capitalista como un proceso de base nacional el cual puede distribuirse de forma “justa” o “equitativa”, lleva de cabeza al estatismo reaccionario, que exige ora a la burguesía ora a la pequeñoburguesía que realice tareas que son propias de nuestra clase. El control obrero en el régimen capitalista debe imponerse de forma activa, ante los descalabros ocasionados por la descomposición del capitalismo producto de su desarrollo anárquico, al que habrá que oponerle la planificación socialista de la economía mundial.

 

No ceder a los cantos de sirena

 

Ya la misma burguesía en el pasado encuentro de Icare tertulió con el mandatario electo felicitándolo por expresar el “absoluto respeto a la institucionalidad y la democracia, como lo hizo usted Presidente el 15 de noviembre de 2019, optando por la institucionalidad, al suscribir el histórico Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” en palabras del explotador Juan Sutil. Boric por su parte, entre lectura de poemas y frases colmadas de esperanza, prometió un gobierno de cambios con gradualidad, orden y responsabilidad fiscal. El espaldarazo de los empresarios a los futuros resultados de la “nueva” constitución, manifiestan que la democracia para ricos está a salvo y la explotación y expoliación imperialista siguen su curso.

Descartan que los trabajadores por medio de su lucha y su organización aún tiene mucho que decir. Y esto se expresa en cientos de procesos organizativos que se producen al interior de las fábricas y las minas. De importantes luchas obreras que van dejando lecciones como las de los mineros de Florida o los trabajadores de la fábrica de chocolates La Fete que se mantuvieron 25 días de huelga pasando el fin de año en pie de lucha por recuperar lo perdido.

Gran parte de los luchadores obreros y juveniles, y de la izquierda revolucionaria, pasaron del apoyo crítico a la candidatura de Boric a la exigencia. Planteando algunos que éste es un gobierno de frente popular (habría que saber quién representa a la clase obrera al interior del bloque Apruebo Dignidad) seguramente para volver a jugar la carta de la “lucha contra el fascismo” ya que esta sería la anteúltima carta de la burguesía antes de la salida contrarrevolucionaria.

Esta orientación sólo hará perder tiempo en sembrar expectativas en los juegos políticos propios de la democracia patronal. Será necesario apoyar e impulsar toda expresión genuina de lucha de los trabajadores y el pueblo, al tiempo que atacar y enfrentar sin descanso todas las formas de engaño propias de la dominación capitalista. Por ello es de vital importancia apoyar y potenciar las luchas de la clase trabajadora, sobre todo aquellas centradas en la producción donde reside el poder de la burguesía.

Que las organizaciones obreras en lucha convoquen y organicen un Congreso de delegados de base de toda la clase obrera para votar un programa y un plan de lucha que desarrolle un camino de independencia de clase hacia la conquista del poder, hacia la instauración de un gobierno obrero.

La situación de los presos políticos se ha transformado en un tema molesto para el gobierno de Boric. Mientras comienza a acentuar su giro hacía la vieja ex concertación, en busca de la repartija de ministerios y cargos en el Estado, el gobierno de Boric que aún no asume, se esmera en dar tranquilidad al empresariado dando muestra que será un gobierno responsable, y del orden.

Este gobierno busca a cerrar el ciclo abierto con la semi-insurrección del 18-O, y parte de esto es intentar responder a la exigencia de sectores del activismo que lo apoyaron críticamente y hoy le exigen que se defina por la libertad de los presos por luchar. Fiel a su estilo, Boric hace la distinción entre presos por delitos “violentos” con los que no. Esta distinción además de ser absurda, coloca un doble candado a las celdas de los presos políticos ya que todos los hechos por los que se les acusan son para el Estado “delitos violentos”. En la misma línea, no es tan tajante cuando se trata de la atacar la impunidad de los pacos, señalando “la buena disposición de carabineros a un proceso de reforma”. Por incomodidad, y por evitar que se le abra un flanco al gobierno, busca dar alguna salida particular a los familiares, dejándolo como un tema doméstico, no político, no como la esencia represiva del Estado burgués contra los trabajadores y el pueblo.

La salida de retirar las querellas por ley de seguridad interior del estado, además de promover el indulto, no son más que gestos simbólicos porque han sido de cientos los presos, mutilados, y asesinados por el Estado que la burguesía busca borrar; y los estratos de la pequeñaburguesía en los cargos del aparato estatal buscan olvidar con fuegos de artificio y pasar la página, como lo hicieron en la Convención Constitucional, la que no sesionaría con presos en las cárceles.

El parlamento que justifica día a día el accionar represivo en la Araucanía manteniendo su militarización no puede darles una salida. Incluso el indulto general no será una salida porque será el Estado burgués el que dirimirá a quien otorgárselo. Lo mismo con la impunidad de ayer y de hoy, cuando existen cientos de desaparecidos y muertos por el estado burgués, así como los asesinatos cometidos en “democracia” que los que no han quedado impune, se han resuelto con condenas irrisorias para los represores e insultantes para los familiares.

Al igual que cualquier conquista al interior del capitalismo en descomposición deberá ser arrebatada mediante la lucha de clases, serán las organizaciones de la clase obrera mediante sus métodos, tal como lo mostró parcialmente la huelga del el 12 noviembre 2019, con la paralización de la producción, las barricadas, los comités de autodefensa, la primera línea, la acción de los sindicatos, la clase obrera deberá intervenir de forma independiente para acaudillar al conjunto de la nación explotada y oprimida, dotándose para ello de un partido revolucionario internacional que aglutine a los mejores elementos de su vanguardia obrera y juvenil.

Es preciso llamar a no depositar confianza en las instituciones de la democracia para ricos para resolver una tarea que es parte de nuestra lucha. Decenas de organizaciones se han pronunciado por la libertad de los presos por luchar y por el castigo efectivo a los represores de ayer y de hoy. Es necesario arrancar a nuestros presos de sus cárceles. Sin intención de hacer analogías, sobran los ejemplos en la historia de la lucha de clases donde se ha conquistado la libertad mediante la lucha, como en el “Devotazo” en Argentina (mayo del 73), donde la movilización abrió las puertas de las cárceles liberando a los detenidos.

Las organizaciones obreras, los organismos de DDHH, las agrupaciones de familiares, los activistas y luchadores en general, podemos llamar a concentrar las movilizaciones donde están nuestros compañeros.

Libertad y desprocesamiento a los presos por luchar

Castigo efectivo a los represores de ayer y de hoy

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos

El pasado domingo 19, el candidato de Apruebo Dignidad, obtuvo un contundente triunfo electoral (55,87% a 44,13%)en una elección que numéricamente se encontraba perdida si se observa los resultados de la primera vuelta. Los acercamientos de los principales personeros y sus tránsfugas de la vieja Concertación, como Ricardo Lagos o Michelle Bachelet , consiguieron moderar las propuestas de gobierno del candidato del árbol prometiendo gradualismo y una política de “grandes acuerdos” volviéndolo un personaje más aceptable para la burguesía y el imperialismo.

Sin embargo, lo significativo de esta victoria del “lápiz bic” no fue su acercamiento al “centro” político, como le llama la prensa burguesa, sino en la afluencia adicional de más de un millón doscientos cuarenta mil votantes que acudieron a las urnas dando un triunfo decisivo revirtiendo los resultados de primera vuelta en la mayoría de las regiones del centro y norte del país con excepción de la región centro sur (Maule, Ñuble, Araucanía). La participación electoral superó al plebiscito por una nueva constitución, siendo el candidato a presidente con mayor caudal de votos en términos absolutos y la elección con mayor participación (55,64 %) en términos relativos bajo el voto voluntario.

Este mar adicional de votantes fue aportado por un importante contingente de jóvenes, de una nueva generación, que se desplazó a votar para conjurar una eventual presidencia de Kast. También el voto femenino fue significativo ante una candidatura oficialista que promovía la eliminación del ministerio de la mujer, la anulación del aborto en tres causales y un discurso moral cristiano centrado al relegamiento de la mujer a la crianza y el trabajo doméstico.

Con distintas expresiones en las principales plazas del país, decenas de miles salieron a festinar, algunos el triunfo y la gran mayoría la derrota del candidato pinochetista. La coalición triunfante montó el escenario en la Alameda a poco más de un kilómetro de Plaza Dignidad, epicentro de la insurrección del 18-O y lugar de disputa, para unos símbolo de la “destrucción violenta” del Chile “modelo”, símbolo de la lucha “por la dignidad” para otros, además de ser el lugar donde se produjeron gran cantidad de asesinatos y mutilaciones durante el “estallido”. Esta distancia también es significativa ya que fue el lugar donde el próximo presidente fue funado por los manifestantes a pocos días de haber firmado el “Acuerdo por la paz y el orden público”.

No podríamos hablar de un voto de “clase” ante la expresión ampliamente heterogénea que ofrece de forma distorsionada las elecciones burguesas. El artificio de la democracia consiste en ofrecer la igualdad del ciudadano individualizado ante el acto del sufragio para encubrir y consolidar su desigualdad social. Por supuesto que para llegar a la papeleta el candidato a “administrar los asunto públicos”, o sea, los negocios de la burguesía, debe haber pasado los filtros de la blancura como lo hizo Boric desde el momento que salvó a Piñera cuando éste se encontraba al borde de su derrocamiento por la huelga general del 12N. Sin embargo en esta distorsión, al igual que en el plebiscito constitucional, se volvió a expresar el triunfo del candidato oficialista en las comunas más ricas del país y, por el contrario, el aumento exponencial de votantes así como el resultado favorable para el candidato opositor se dio en las comunas más pobres.

Y esto es también lo que está leyendo la burguesía del proceso que, pese a haber puesto en marcha una batería de elecciones, de haber descargado los efectos de la crisis y de la pandemia sobre la clase trabajadora y la población, no ha logrado derrotar a las masas y paralizarlas por simple conservadurismo.

El Boric 3 (el del candidato triunfante) prometió un sinnúmero de medidas estatistas para garantizar “derechos sociales”, pensiones dignas, mejores salarios, acceso universal de salud, fin al lucro en educación, respeto a las minorías y diversidades, etc, etc. No tiene sentido ponerse a desembrollar cada una de estas promesas que se contradicen con el Boric 1 o el Boric 2. Antes de subirse al podio de ganador dialogó “civilizada y republicanamente” con Piñera y junto con él recorrió los jardines de la Moneda al día después de bajarse del escenario.

El apoyo social obtenido también refleja amplias expectativas de cambio que chocarán con las tendencias recesivas de la economía mundial y las exigencias de ajuste de la patronal. Boric promete más gasto estatal al tiempo que cumplir con el superávit estructural impuesto por el imperialismo; promete mejores salarios y también que se amoldará a la reducción del presupuesto del año entrante; que volverá el acceso a la salud universal pero sin tocar las ganancias de clínicas y laboratorios; que retirará las querellas de seguridad del Estado contra los presos pero que no indultará a saqueadores de supermercados o incineradores de iglesias; que no “violará los derechos humanos” pero “respaldará a carabineros y aumentará su dotación y presupuesto”. Así va perfilando en su práctica de equilibrista propia del bonapartismo pequeñoburgues que oscila para sostener el aparato de estado y la dominación imperialista.

Dado el “equilibrio” parlamentario entre oficialismo y oposición, sus promesas de ir “peldaño a peldaño” por el camino de los acuerdos en la ya conocida práctica concertacionista de “en la medida de lo posible”, ante la agudización de las contradicciones sociales y económicas, preanuncian llamados reiterados a sus votantes a defender su gobierno, a defender su democracia, a que "la esperanza le gane al miedo" una vez más, y a aceptar los ataque burgueses, eso sí… con gradualidad. Así se reiterará la épica de la “lucha contra el fascismo”, la que quedó desdibujada en la civilizada última recta electoral, ante la consolidación de una degradada pero no derrotada derecha dura.

Hay quienes plantean que el actual gobierno es el de la versión chilena del Podemos español o del Syriza griego, preanunciando correctamente su descomposición. Si bien el Frente Amplio cumple cabalmente con estas características de fenómenos políticos transitorios de carácter pequeñoburgués, no se tiene en consideración que la reanimación del FA (casi desintegrado en la víspera de la elección constituyente) se dá en un proceso posterior a una semiinsurrección de fuerzas elementales con tendencias a la huelga general. Por ello el triunfo del Boric para la burguesía significa también terminar de cerrar, de liquidar un proceso, al tiempo que buscan los resquicios para reformar el estado semicolonial, para que éste sea más asequible para las masas. Repitiendo frases de Alwin en el inicio de la transición, los llamados a la unidad nacional de los “compatriotas” se configuran en los intentos de la burguesía de establecer un nuevo “pacto social”, una suerte de ensayo para imponer una nueva relación entre el capital y el trabajo.

De acá al 11 de marzo se procederá al cuoteo político del botín de cargos y ministerios estatales, pero también para dar señales de tranquilidad a la patronal y al mismo tiempo a las expectativas sociales. Probablemente veremos en los ministerios de hacienda o economía a personeros de la vieja concertación y a uno que otro “progresista” de la coalición en los ministerios sociales.

Parte de la afluencia masiva a la votación se debe a que Kast representaba nítidamente a la derecha pinochetista, algo sensible para la población, al mismo tiempo que la continuidad, en una versión descarnada, del actual gobierno de Piñera.

Decenas de agrupamientos “populares”, de izquierda y hasta revolucionarios le dieron el apoyo a Boric e impulsaron su campaña. Algunos para enfrentar el “fascismo” con el “lápiz bic”, otros argumentando conseguir más tiempo para organizarnos. Sin embargo en este apoyo y fugaz triunfo pírrico en la democracia para ricos, también se contiene el programa estatista de una fracción patronal que puja por un recambio generacional del personal político burgués que “refresque” un régimen semicolonial en descomposición.

La tarea de luchar por la independencia política de la clase trabajadora, es una tarea de elaboración programática claro está, pero significa al mismo tiempo aportar claridad absoluta a los elementos más avanzados de nuestra clase y de las nuevas generaciones para una lucha sin cuartel contra el capitalismo. La construcción del partido de la revolución socialista, es una tarea internacional, y a la vez imposible de realizar diluyéndose en frentes y experimentos políticos que apuntan a remendar lo que está caduco. La militancia por poner en pie a la clase obrera está en el corazón del objetivo de los revolucionarios. Aggiornarse a los programas estatistas del reformismo, de alguna que otra variante patronal, o embellecer las instituciones transitorias de la democracia burguesa (CC), no sólo se separa años luz de esta tarea sino que abiertamente la traiciona. La lucha porque la clase obrera tome el poder es el desafío nodal de un programa de transición.