Francia: Preparar la Huelga General para derrotar a Macron y los capitalistas
Lunes, 13 Marzo 2023 20:37Publicado en la edición #84 de El Impreso de la COR - Marzo 2023
Con 201 votos a favor y 115 en contra, el Senado francés aprobó este miércoles 8, la reforma previsional de Macron, la cual plantea, esencialmente, aumentar dos años la edad jubilatoria -de 62 a 64- y, desde el 2027, llevar a 43 los años de aportes necesarios para obtener el haber jubilatorio sin descuentos. En medio de jornadas crecientes de paros y movilizaciones, el gobierno apuesta a que el parlamento apruebe definitivamente la reforma en el plazo legal de los próximos 20 días. De lo contrario, podría apelar al artículo 49.3 de la constitución, suspendiendo el debate parlamentario y agudizando las contradicciones y la crisis política del bonapartismo senil francés.
El senado votó a favor de la reforma un día después de una nueva jornada de lucha. El 7 de marzo, los trabajadores realizaron otro paro general y movilizaciones masivas convocadas por las centrales obreras. Si bien esta es la cuarta medida convocada por las centrales desde que en enero Macron metiera la ley en el congreso, la burocracia ya puso en evidencia su rol abiertamente traidor en el terreno de la lucha. Busca desesperadamente que el proceso no se le escape de las manos, para, en la primera oportunidad, retorcerle el cuello: la Intersindical apuesta una y otra vez al “diálogo” y a reuniones con el gobierno, buscando una salida pactada en los marcos del régimen burgués.
Ante la decidida ofensiva gubernamental y la traición de la burocracia, en el seno de la vanguardia se viene discutiendo cómo superar los límites impuestos desde las direcciones de las organizaciones de masas. Los ferroviarios, las refinerías, el sector energético, así como trabajadores de la educación desde sus ciudades y regiones impulsan asambleas y diversas modalidades de paros. Al cerrar esta edición, sábado 11, las movilizaciones se esparcen en todo el país.
Preparar la Huelga General
Está muy claro que con jornadas de luchas aisladas no alcanza para triunfar. Sin embargo, y si bien las precondiciones para la huelga general están establecidas, su preparación no se limita a una discusión metodológica. Se trata de programa, de organización, agitación y propaganda. Es necesario poner en pie comités de acción, ligados a la unidad de producción, donde se elijan nuevos delegados y se barra con la burocracia sindical. Es al calor de la lucha que se debe forjar una nueva dirección. En este sentido, la política de los revolucionarios hacia los sindicatos debe ser clara, ya que determina la relación entre el elemento consciente con las masas obreras. Así como subproducto de la vinculación con el Estado, los sindicatos y las centrales tienden a la degeneración, el proceso en curso muestra nuevamente que estas instituciones siguen albergando en su seno a los sectores más concentrados de la economía, con plena capacidad para golpear a la burguesía en donde sustenta su poder, en la producción.
Es necesario recuperar los sindicatos y, ampliando sus funciones, convertirlos en herramientas revolucionarias de lucha contra el capital. Para preparar la huelga general y votar un programa hace falta un congreso de delegados de todo el país.
Una lucha internacionalista
La intervención del proletariado con sus métodos y su programa no puede limitarse a frenar la reforma y conseguir un aumento de salarios, más alguna que otra demanda. Una concepción que se ubica aun por detrás del sindicalismo revolucionario francés, que inscribía en su programa la dictadura del proletario, pero negando erróneamente el rol insustituible del partido revolucionario.
Aunque Macron, como señaláramos en notas anteriores, juegue con una idea redistribucionista, la reforma previsional integra un paquete de reformas capitalistas que, ante la crisis y descomposición imperialista, buscan establecer un nuevo pacto entre capital-trabajo. Una nueva relación de fuerzas entre las clases a nivel mundial en la búsqueda de producir más plusvalía.
Ante los sucesivos ataques, la creciente inflación y pérdida del poder adquisitivo, una ola de huelgas se esparce por toda Europa: Portugal, Grecia, Italia, Gran Bretaña, etc.
Los revolucionarios debemos intervenir con un programa transicional, dando pasos en unificar al proletariado europeo junto al de sus semicolonias, que le declare la guerra a la ofensiva de la OTAN y la intervención de Putin, desorganice a la burguesía y luche por la destrucción del Estado burgués.
Tras esta perspectiva, es necesaria y urgente una Conferencia Internacional con todas aquellas organizaciones que pelean por la dictadura del proletariado y por la reconstrucción de la cuarta internacional.