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Ganó Kast, preparemos nuestras fuerzas

Monday, 15 December 2025 23:00

La segunda vuelta de elecciones presidencial le dio una amplio respaldo, ganando en todas las regiones del país, al candidato de extrema derecha Jose Kast por sobre la candidata del oficialismo Jeanette Jara (58% vs 42%).

Como toda elección burguesa, el resultado es una expresión distorsionada, de la oscilación política de las masas, en este caso respaldando al candidato pinochetista, cuya familia está directamente ligada a los crímenes y desapariciones durante la dictadura militar.

En su discurso inicial, Kast blandió los típicos slogans de los gobiernos autoritarios de “dios, patria y familia” alternando con el de “orden y progreso”. Vinculando, como ha venido haciendo desde la prensa burguesa hasta los partidos oficialistas, migración a delincuencia insuflando la política xenofóbica.

Ante una numerosa convocatoria de miles en una las comunas de la burguesía y alta pequeñaburguesía -mientras reprimían a manifestantes que repudiaban el triunfo en plaza dignidad- indicó su orientación al fortalecimiento de las fuerzas represivas, Carabineros, PDI y a las fuerzas armadas “que tanto han hecho por el país”, en abierta referencia a su identidad de origen.

“No más paros” fue el mensaje enviado a los trabajadores de la educación y al resto de la clase obrera, que enfrentará con su programa de ajuste fiscal. Señaló que en su gobierno no se tolerarán “barricadas” o ataques a las fuerzas del orden, en clara referencia a que en caso de irrupciones sociales como la semiinsurreción de Octubre del 19, su salida será una represión cruenta, impunidad para represores y persecución a los que luchan.

Pero sabe que esta tarea no le basta con una mayoría en las urnas, ya que el orden que promete al gran capital debe imponerse en la lucha de clases. Y para ello reeditará la política de los “grandes acuerdos” para lo que el actual oficialismo no sólo ya mostró su predisposición sino que fue el artífice de pavimentar el camino de leyes represivas, encarcelar y perseguir a luchadores, implementar la flexibilización laboral, hacer en salvataje a las AFPs, desalojar tomas, etc

Su programa de gobierno se encuentra en elaboración en los escritorios de los capitalistas y agentes del imperialismo.

Se alineará con el gobierno de Trump, seguramente restablecerá relaciones con el genocida Netanyahu, y se alineará con las políticas de la doctrina Monroe 2.0, integrándose técnica y operativamente al ejército yanqui, o apoyando las aventuras militares del imperialismo en la región.

Su régimen de “libertad”, prometió libertad ideológica, pero limpiando las universidades de “grupos ideológicos”; libertad de expresión, pero persiguiendo y encarcelando a la juventud que pinte paredes; libertad de manifestación, pero serán reprimidas “si no respetan a la autoridad”.

Pronto comenzarán a diseñar las “reformas” que apunten a una mayor flexibilidad laboral (adaptabilidad contractual), quitando o modificando la indemnización por despido, revisión de la jornada de 40 horas para incorporar más elementos de flexibilización, pretenderá aumentar la edad jubilatoria entre otras perlas que apuntarán a aumentar la explotación obrera.

El oficialismo actual ya se prepara para ser los voceros de eventuales luchas o “movimientos sociales” que surjan como una expresión de “lucha contra el fascismo”. Algunos agrupamientos de la izquierda centrista ya se disponen a recibir de brazos abiertos en un frente unido a estos elementos burgueses y pequeñoburgueses al servicio del capital.

Pese a la contundencia de los resultados, entre dos candidatos con las mismas propuestas, se profundiza la crisis social que corre por todo el cono sur producto genuino de la descomposición capitalista, y se acentúa con ello la separación de las masas del Estado que harán que procesos de la lucha de clases hagan tambalear el proyecto de estabilizar el régimen de la democracia burguesa. Aquí aplica aquello de que “cuanto más desarrollada está la democracia tanto más cerca se encuentra -en toda divergencia política profunda, peligrosa para la burguesía- del pogromo o de la guerra civil.”(Lenin).

Kast se inscribe en el tipo de gobierno bonapartistas, como el de Milei en Argentinta o Noboa en Ecuador, que fortalecen el aparato represivo, recostándose en el imperialismo, descargan sus ataques sobre el proletariado, para intentar modificar la relación capital trabajo.

El desafío de la hora es preparar las fuerzas de nuestra clase, recuperando los sindicatos, impulsando un gran Congreso de Delegados Obreros, organizando como fuerza auxiliar a la juventud en escuelas y universidades, para impulsar un programa de independencia de clase que enfrente a la burguesía, con los métodos obreros como los paros, huelgas, tomas, marchas, barricadas, golpeando directo en la producción.

La derrota de la coalición gobernante puede dar espacio para el surgimiento de alas populistas ligadas al PC que llevarán a la vía de la conciliación de clases. No puede haber cabida para que se generen nuevas mediaciones, debemos construir un partido revolucionario que agrupe a lo mejor del activismo y la vanguardia obrera y juvenil. Un partido como sección nacional de una dirección internacional de la revolución socialista, la cuarta internacional reconstruida.

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