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Fuera el imperialismo de África

El 26 de julio pasado, militares al mando del general Abdourahmane Tiani tomaron el poder en Níger, ex colonia francesa de la región del Sahel, franja semidesértica al sur del Sahara. El desplazado presidente Mohamed Bazoum permanece detenido en su domicilio, y es considerado un aliado del imperialismo en la región. Pesa sobre el gobierno militar golpista una amenaza de intervención militar de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), que no cumplió su primer ultimatum pero que se reunirá nuevamente esta semana (17 y 18 de agosto) para calibrar sus acciones. Por su parte, los militares que gobiernan Mali y Burkina Faso salieron a respaldar a los golpistas de Níger, mientras Chad y la Unión Africana se pronunciaron en contra de acciones armadas.

Níger ya se encuentra bajo bloqueo de Francia y sus aliados regionales. EEUU, según las propias palabras de sus funcionarios, se debate entre sostener los “principios democráticos” (que usa como mera propaganda en su enfrentamiento con China y Rusia), actuando contra el golpe, y sus intereses geoestratégicos, negociando con los militares para poder mantener sus bases en el país, establecidas para la lucha contra el terrorismo y la intervención sobre Libia. En Níger hay estacionadas 1.500 tropas francesas en la capital Niamey y EEUU tiene unos mil militares en diferentes regiones del país.

Las intervenciones en África son una marca de nacimiento del imperialismo como fase superior y descompuesta del capitalismo. La situación actual se caracteriza por la descomposición de los Estados artificiales que pretendieron establecer durante la posguerra como formaciones políticas formalmente independientes que sin embargo se mantuvieron atadas por fuertes lazos económicos y militares a sus viejas metrópolis, como es el caso de Niger que aún hoy utiliza el Franco como moneda. El imperialismo sólo ha ofrecido miseria, destrucción económica y hambrunas a África, a cambio de saquear su fuerza de trabajo (esclavizada) y sus recursos, sobre todo minerales, pero también hidrocarburíferos y agrícola-ganaderos. Níger es uno de los países menos industrializados y más pobres del mundo y, como contracara, es uno de los principales proveedores del uranio que utilizan las centrales nucleares francesas. La actual crisis se sucede luego de sendos golpes de estado impusieran cambios de régimen en otros países del Sahel, Mali y Burkina Faso, donde militares con discursos nacionalistas terminaron expulsando a los destacamentos franceses. Es claro que estos regímenes son una versión degrada de las corrientes del nacionalismo burgués de la posguerra, que ya mostró su fracaso, no sólo en África sino también en Asia y América Latina. El contenido de su política es negociar un mejor lugar en el mercado mundial ante el evidente debilitamiento del imperialismo francés, golpeado en su economía y por la lucha de clases en su propio territorio. Por eso el nuevo gobierno militar de Níger se apresura en constituir un gabinete civil para dialogar con otros países imperialistas a través de Chad y recibiendo a funcionarios norteamericanos. Y coquetea con una alianza prorrusa que incluya a otros países de la región, que ya comienza a gestarse desde Moscú y a partir de las varias intervenciones del grupo Wagner en la región. Esta crisis es parte de la situación mundial abierta por la crisis de 2008, la pandemia y la actual guerra entre Ucrania y Rusia. La situación de Ucrania y su gobierno que actúa como agente de los intereses de la OTAN también es un espejo en el cual se miran varios países de la CEDEAO, que no ven con buenos ojos ir a una guerra larga, desgastante y de resultado incierto. Por eso, los canales diplomáticos están abiertos, aunque tampoco se puede descontar el enfrentamiento militar.

Los revolucionarios de la TRCI nos pronunciamos en contra de cualquier guerra fratricida entre Níger y sus vecinos, y por la derrota de cualquier agresión militar imperialista contra los pueblos coloniales y semicoloniales. También advertimos que ningún gobierno nacionalista plantea una salida antiimperialista a los pueblos oprimidos del continente. Es la clase obrera a partir de sus organizaciones de clase, como los sindicatos mineros que muestran su potencia en Sudáfrica, la que debe erigirse como caudillo en la lucha contra los viejos y nuevos amos extranjeros. Para eso, debe imponer su programa y un gobierno obrero, derribando a dictadores y demócratas socios de tal o cual facción del imperialismo. Planteando la unidad internacionalista de la clase obrera, sobre todo con el proletariado de Francia y Estados Unidos, por el retiro de las tropas imperialistas de Níger y de toda África. Llamamos a las fuerzas revolucionarias que luchan por la dictadura del proletariado a poner en pie una Conferencia Internacional para discutir cómo enfrentar la descomposición imperialista que arrastra de forma cada vez más acelerada a nuestra clase y al conjunto de la humanidad a la barbarie.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

Martes, 25 Julio 2023 23:14

POR UN CONGRESO EDUCATIVO DE LUCHA

Un nuevo paro nacional para un “segundo tiempo” ante la nula respuesta del gobierno a las demandas docentes, aclaman los dirigentes del colegio de profesores. Dirigentes que llamaron a realizar campaña a brazo partido por el triunfo de Boric,  para así evitar que ganara “ el fascismo”, guardando bajo la alfombra la necesidad de retomar la lucha contra  todos los ataques de los últimos años. Hoy se dan cuenta de que “su” gobierno, no cumplirá las promesas de campaña y eligen la vía de presionar, mediante movilizaciones controladas, para obtener alguna que otra “promesa” de migajas.

A las condiciones laborales de los docentes que se han visto año a año deterioradas e incrementadas durante la pandemia, hay que sumarle la falta de solución a problemas como la deuda histórica, el no pago de mención, las condiciones laborales con salas hacinadas, los problemas de la jornada completa, el pago parcial de salarios o el no pago de imposiciones, etc. Al igual que muchas otras lindas promesas como el fin al CAE, no sólo no se han cumplido sino que quedan supeditadas a un desdibujado “pacto fiscal” condicionado a los intereses empresariales, que prometía ser la reforma triburaria que redistriburiría la riqueza. Pero el gobierno se ha dedicado a profundizar las políticas de ataque a los trabajadores y de someter a la población a los designios del capital imperialista.

Los docentes solo pueden esperar respuestas miserables de este gobierno, como se ha visto con medidas como con la fijación de un salario mínimo miserable (con el beneplácito de la CUT) a ejecutarse hacia el próximo año; o con el proyecto de ley de 40h, que no es otra cosa que flexibilización laboral. Algo que impactará fuertemente en los profesores que se desempeñan en la educación privada.

La crisis agudiza la situación de opresión y explotación de la clase trabajadora, mientras la respuesta conjunta de un régimen en descomposición se evidencia en la deleznables soluciones como son los bonos para las familias que sufrieron con la destrucción de viviendas con las lluvias, el ataque al salario, con una inflación encubierta por un IPC mentiroso, la represión a los campamentos, la impunidad para la represión y persecución a los que luchan, etc

En la educación la juventud viene sosteniendo el ímpetu de lucha y movilización, y por ello viene siendo fuertemente reprimida y amedrentada con sanciones reglamentarias, suspensiones, ley aula segura, etc. El ataque constante de las fuerzas represivas contra la manifestación estudiantil, como se evidenció recientemente en la acción policial que colocó una pistola en la sien de un estudiante de 13 años, es la violencia del estado burgués que los profesores, no docentes y estudiantes, deben enfrentar con un plan de lucha, descartando los rituales de la burocracia de presión y dialogo de manos vacías con el gobierno. ¿¡Como esperar una “convivencia saludable” al interior de las escuelas, donde resuenan las contradicciones sociales, si éstas son focos de ajustes, represión y hostigamiento estatal?!

 Debemos luchar por recuperar los sindicatos docentes para que se transformen en herramientas de lucha contra la educación burguesa. Los contratos precarios, el no pago de la deuda previsional, extenuantes jornadas, ataque al salario, problemas de infraestructura, y de material para realizar la docencia, son parte de las situaciones que debemos enfrentar además de neutralizar la presión que imponen las directivas (alineadas con el gobierno) en las escuelas sobre los docentes y el estudiantado que se organiza para debatir sobre los problemas sociales.

Nuestra pelea debe ser por disputar la orientación de la educación. Para ello debemos recuperar nuestros sindicatos de las garras de la burocracia sindical haciendo caso omiso de las disputas entre las distintas alas de esta.

Impulsemos la pelea por imponer un paro nacional efectivo con movilización en todas las ciudades del país. Impulsemos un plan de lucha votado en una asamblea nacional de delegados docentes y trabajadores de la educación (con mandato y revocables), sin distinción entre públicos y privados.

La juventud secundaria, por medio de sus asambleas y centros de alumnos, puede ser un gran punto de apoyo en la lucha por doblarle la mano a la burocracia y la patronal educativa y al gobierno.

Impulsemos un congreso educativo de lucha, de docentes, no docentes y estudiantes.

Miércoles, 19 Julio 2023 20:51

Periódico El Nuevo Curso #34

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Domingo, 18 Junio 2023 18:16

Se realizó el II Congreso de la TRCI

Los días 10 y 11 de junio, en San Pablo, Brasil, se realizó el II Congreso de la TRCI, con delegados de Chile, Argentina y Brasil. El Congreso trató el Proyecto de Tesis presentado para el pre congreso, que fue discutido por el conjunto de la militancia de los distintos grupos.

Se debatió sobre la situación internacional y nuestras tareas como organización internacional. En el informe que dio comienzo a las sesiones se planteó un análisis de aproximación a las tendencias reinantes a nivel mundial.

Estamos en un periodo histórico de descomposición imperialista y procesos de asimilación de los ex Estados obreros. La crisis abierta por la guerra entre dos de estos Estados, situación inédita en la historia, sumada a la crisis económica mundial y los procesos post pandemia, plantea elementos de ruptura del equilibrio inestable. Esto se puede corroborar en el hecho de que el imperialismo ha comenzado a desplegar una política guerrerista para asimilar a los ex Estados obreros, rediscutiendo todos los pactos existentes en el periodo anterior, para intentar saldar la crisis abierta en el 2008 y contener los efectos catastróficos del desarrollo de la pandemia del covid. Esta política más agresiva del imperialismo no es llevada a cabo en su momento de fortaleza, sino en su momento de mayor debilidad histórica, en el que el sistema capitalista en su conjunto está en una crisis estructural y sus formas de dominación en cuestionamiento. La economía mundial se encamina a una recesión con elementos de depresión, con crisis de deuda en las semicolonias y procesos inflacionarios en gran parte del planeta.

El desarrollo de un proceso de lucha de clases agudo en Francia y una crisis bancaria a nivel mundial, producto de la quiebra del Silicon Valley Bank en EEUU, que está arrastrando a otras instituciones bancarias en Europa, como el Credit Suisse, uno de los bancos más importantes de la UE, muestran el nivel de crisis y que intentamos analizar en debate con los delegados del Congreso.

Para desmenuzar aún más a qué nos referimos con descomposición del imperialismo, queremos decir que las instituciones creadas para su dominación están en crisis y que esa crisis no es sólo por las políticas llevadas a cabo en las disputas interimperialistas, sino producto también de la lucha de clases. Entendida ésta como la lucha por la plusvalía y no como la entiende el centrismo, que cree que la lucha de clases es algo que se desarrolla principalmente dentro de las instituciones. Esta es una diferencia importante, ya que nosotros relacionamos la lucha de clases con la producción y no con las relaciones de fuerza en las instituciones estatales.

La descomposición del imperialismo y su dominación se expresa de forma histórica en la organización de las relaciones sociales como sistema capitalista, entendida la organización del capital como una organización anárquica. Es ahí donde ha entrado en una contradicción explosiva, ya que no logra que la relación capital-trabajo sea contenida en las instituciones creadas para su dominación y no ha podido encontrar en el proceso histórico su reemplazo por otra forma de dominación estatal burguesa. Este elemento también es expresión de la crisis en cuanto a la creación de valor y su relación con las actividades que agregan valor, es decir, una contradicción en la extracción de plusvalía que está complicando el proceso de reproducción del capital.

Asistimos a una aceleración de los tiempos, impulsada por la política del imperialismo, en la necesidad de asimilar a los ex Estados obreros y abrir nuevos mercados en medio de una crisis en la organización del capital y sus instituciones, como el Estado burgués, y de su forma de dominación por medio del bonapartismo.

La proliferación de movimientos sociales con relación indirecta con la producción obliga a medidas de contención por parte de los Estados para su cooptación generando crisis de los regímenes. Su expresión más importante es la crisis de los partidos burgueses como instituciones que muestran las tendencias de un Estado, son manifestaciones de la debilidad en la dominación que está desarrollando la fase imperialista en este periodo.

La estatización de los sindicatos, como forma de organizar la relación con el movimiento obrero, está colapsando debido a la extensión de la crisis y la pauperización de las condiciones de vida, por esos nosotros decimos que intentan ir a un nuevo pacto del capital y el trabajo, no sin procesos de lucha de clases con mayor injerencia de los trabajadores, como estamos viendo en Europa y en EEUU, con el nuevo fenómeno de sindicalización.

El proceso de asimilación en los ex Estados obreros no está concluido porque el capital aún no logra organizar las relaciones sociales para su reproducción y es difícil que lo logre cuando la mayor contradicción está allí en su organización. Por eso observamos que las direcciones, tanto de China como de Rusia, intentan saldar esta contradicción en su proceso de restauración. Rusia, mediante una salida militar y quizás catastrófica, y China buscando una asimilación económica sin descartar el elemento militar.

Si escindimos la lucha de clases de la producción y su relación con la organización del sistema capitalista, indefectiblemente colocaremos la lucha de clases en las relaciones sociales impuestas por el capital y sus instituciones.

Se hizo hincapié en las consecuencias del escenario guerrerista y los procesos que éste produce al interior de los Estados y las relaciones de clase, una situación tan convulsionada como la actual. Intentamos precisar la relación de un imperialismo en descomposición y el avance de China en su restauración capitalistas y los posibles escenarios de reconfiguración de las burguesías nativas en su relación con estas potencias.  

Estos fueron algunos de los ejes que discutimos en el Congreso, en la necesidad de consolidar la TRCI y su dirección para prepararnos en la necesidad de dar lucha política a las tendencias que influencian a nuestra clase y las tareas de los revolucionarios en un escenario de guerra y las consecuencias de esta situación. En este escenario, debemos intervenir como tendencia trotskista al interior del movimiento centrista, que hoy está en crisis y con rupturas. Lo que está en juego en este periodo actual, y sigue aún vigente, es la crisis de dirección revolucionaria. Las tendencias que fueron formadas por la generación anterior de los trotskistas de posguerra, en las direcciones de los grupos centristas actuales, sin saldar cuentas con sus maestros como Mandel, Moreno, Lambert, para nombrar algunos, retoman sus revisiones metodológicas e intentan reescribir la experiencia histórica del proletariado degradando sus fases revolucionarias.

Por eso retomar los debates de programa y organización son primordiales en este periodo para la formación de los cuadros internacionalistas de la TRCI y las tareas que se desprenden, en la necesidad de avanzar en el embrión de una nueva dirección revolucionaria.

Después del debate sobre la situación internacional, cada grupo realizó un informe de su respectivo país y cómo estamos interviniendo.

Se votaron por unanimidad las Tesis presentadas al Congreso, una nueva dirección y resoluciones que permitan avanzar en las tareas planteadas. Entre ellas, editar un nuevo número de la revista internacional y reforzar el llamado a una Conferencia Internacional, con el horizonte de la reconstrucción de la IV Internacional.

 

 

Luego de un silencioso y disciplinado año escolar de parte de la burocracia sindical, se ha convocado a un paro regional de los profesores de 24 horas. Esto como preparativo, o amague, de una movilización mayor, por las malas condiciones laborales de los docentes, por problemas de infraestructura, etc. También porque la promesa de una solución parcial a la deuda histórica de los docentes, al igual que muchas otras lindas promesas (como el fin al CAE), no sólo no se han cumplido, sino que quedan supeditadas a una eventual reforma tributaria o “pacto fiscal”.

Por supuesto que el objetivo de este “pacto” es diseñar un plan de impuestos y gasto fiscal, como traje a medida del gran empresariado y de la dominación imperialista. Primero tendrán que velar por garantizar cuantiosas ganancias en medio de una situación de crisis, para después comenzar el show de la charlatanería parlamentaria para “negociar” qué migajas quedan para repartir y tratar de sacar aplausos. Al igual como lo hicieron con el sueldo mínimo, dejándolo planchado con un techo indigno de $500 mil pesos alcanzable a Julio del 2024, la burocracia sindical pretenderá vender gato por liebre en esta tónica de posar como que le hacen exigencias a un gobierno que respaldan desde el día 1.

Debemos recordar que durante el 2019, los trabajadores de la educación dieron una importante pelea de varios días de huelga, con manifestaciones, asambleas y tomas de establecimientos, que fue uno de los más importantes antecedentes de la semiinsurrección de Octubre de ese año.

Esta lucha, en vez de ser fortificada y amplificada, fue desgastada por las continuas maniobras de la burocracia a cargo de Mario Aguilar, que logró bajar la medida con las manos casi vacías y algunas promesa de proyectos de ley que nunca se cumplieron. Por supuesto que esto pasó antes que se dedicaran a postularse fallidamente para la fracasada farsa constituyente.

La crisis de la educación se acentúa día a día. La juventud secundaria en particular viene enfrentando las políticas reaccionarias de este gobierno, aumento miserable de tarjeta alimenticia, problemas de infraestructura, ley de gatillo fácil e impunidad Naim-Retamal, aplicación persecutoria de los RICE y ley aula segura, etc. Algunos sectores docentes también se han venido manifestando aunque aisladamente y sin contar con el apoyo de las directivas sindicales.

Planteamos nuestro apoyo a cualquier medida de lucha que enfrente a los empresarios de la educación tanto estatal como privada. Por esto es que debemos luchar por recuperar los sindicatos docentes para que se transformen en herramientas de lucha contra la educación burguesa. Los contratos precarios, el no pago de la deuda previsional, extenuantes jornadas, ataque al salario, problemas de infraestructura, y de material para realizar la docencia, son parte de las situaciones que debemos enfrentar además de neutralizar la presión que imponen las directivas (del gobierno) en las escuelas sobre los docentes y el estudiantado que se organiza para debatir sobre los problemas sociales.

Nuestra pelea debe ser por disputar la orientación de la educación. Para ello debemos recuperar nuestros sindicatos de las garras de la burocracia sindical haciendo caso omiso de las disputas entre las distintas alas de la burocracia.

Impulsemos la pelea por imponer un paro nacional con movilización en todas las ciudades del país. Impulsemos un plan de lucha votado en una asamblea nacional de delegados docentes y trabajadores de la educación (con mandato y revocables) sin distinción entre públicos y privados. La juventud secundaria, por medio de sus asambleas y centros de alumnos, puede ser un gran punto de apoyo en la lucha por doblarle la mano a la burocracia y la patronal educativa y al gobierno.

La clase obrera es una y sin fronteras

Abajo la represión de la burguesía y el imperialismo

Abajo la xenofobia de la burguesía

 

Familias enteras se encuentran al intemperie sobreviviendo y tratando de salir de Chile, impedidos en la frontera entre con Perú, producto de la “agenda de seguridad” que ha trazado el gobierno de Boric, con las leyes sobre infraestructura critica, militares en la frontera, órdenes del fiscal Valencia para meter en prisión a extranjeros, y leyes que aceleran la expulsión del país.

Desde abril se encuentran viviendo en condiciones infrahumanas, trabajadores venezolanos, colombianos y haitianos sin acceder a alimentación, salud, techo, sufriendo la represión de militares y policías de ambos países. No hay que olvidar que durante el gobierno de Boric se han recrudecido las medidas antiinmigrantes que políticos de ultraderecha hubiesen querido aplicar.

Las salidas reaccionarias de los gobiernos de la región demuestran la descomposición capitalista y la crisis de los semiestados latinoamericanos. Recordemos que muchos trabajadores huyeron de sus países por sus condiciones materiales de vida para venir al “oasis chileno”, que era la forma como la burguesía y el imperialismo vendían al país modelo y disciplinado a los dictados del amo yanqui, toda una farsa ya que la burguesía los recibió con precariedad, desocupación, bajos salarios, represión, etc.

Gobiernos latinoamericanos vienen aplicando ajustes y sendos ataques contra los trabajadores, reprimiendo la movilización obrera y del pueblo. La clase obrera viene interviniendo aunque de manera diluida en movilizaciones que han sido desviadas por procesos electorales o constituyentes, cambios de régimen y reformas a los estados.

Los sindicatos de los países latinoamericanos deben ampliar sus funciones, imponer el control obrero de la producción contra la anarquía del capital, garantizando la escala móvil de horas de trabajo y de salarios, asegurando la ocupación de los trabajadores cesantes, un plan de obras públicas, el derecho a vivienda, salud, y educación, desarrollando la planificación socialista de la sociedad, luchando por una federación de estados socialistas latinoamericanos y del caribe. Para estas y otras tareas transicionales se hace necesaria la construcción del estado mayor de la revolución, la IV internacional reconstruida.

El pasado 7 de mayo se realizaron las elecciones a consejo constitucional. Una reiteración de la farsa de la reforma al aparato estatal.

Si la anterior farsa constituyente, que obtuvo un rotundo rechazo, concitaba la atención (no la esperanza) en amplios sectores de masas de que algo podía cambiar- en una operación de desvío que no cuajó -, el actual proceso sólo significa una necesidad del régimen burgués de dar vuelta la página a la discusión constitucional, a la “constitución de Pinochet” y ojalá conjurar levantamientos de masas como el de Octubre del 19. Mal que les pese a muchos reformistas “bienintencionados”, la lucha de clases es un proceso histórico e internacional, no conjurable con maquillajes jurídicos.

Una de las “sorpresas” destacadas en esta votación fue el 28% (del total de votos emitidos) obtenido por el Partido Republicano. Una derecha “radical” o más reaccionaria, que es sustentada por sectores evangélicos, militares, policías, fuerzas de represión en general, pequeñoburgueses enfurecidos, y también penetra en sectores de trabajadores y el pueblo desesperanzado. Sin embargo este partido está lejos de representar algo más orgánico y, por el contrario, es un rejunte de despojos humanos y de reaccionarios disconformes.

Lo caricaturesco de este resultado es que Republicanos conquistó la mayoría de este “consejo” (23 de 50) siendo uno de sus principales detractores. Claramente luego de este resultado han intentado contenerse mostrándose como buenos demócratas que llevarán adelante la tarea encomendada. Baste decir que dicha tarea ya se encuentra pauteada con los “bordes” acordados en nimios acuerdos de “unidad nacional”, y regenteados por una “comisión de expertos” liderados por el pinochetista Hernán Larraín. Es así que el resultado de las elecciones otorga una mayoría absoluta (34 de 50) a la derecha en bloque para la tarea de escribir las “bases fundantes de la casa de todos”.

Boric, luego de lamer las heridas de su sector que sacó apenas un 22 % (del total de votos emitidos), llamó reiteradamente a buscar los “equilibrios”, “aprender de los errores”, etc , etc, en un intento de expresar que están a entera disposición de las fuerzas de la derecha. Y es que en este acto la coalición gobernante vio esfumarse los votos que los llevaron a la presidencia en la lucha del “lápiz azul contra el fascismo”. Al parecer, sus reiterados intentos por congraciarse con el gran empresariado, firmando el TPP11, impulsando el gatillo fácil y la impunidad para los represores, entregando recursos naturales al capital trasnacional, etc, etc, no han sido suficientes para demostrar que a la hora de gobernar pueden ganarse las medallas de defensores de los intereses capitalistas. Si esto lo hacían en nombre de una simulada y manipulada “opinión pública”, en lo sucesivo no podemos esperar más que “negociaciones” en corto con esa minoría de “republicanos” para volver sus políticas reaccionarias, más reaccionarias.

Una mención especial cabe a los más de 5 millones de personas que no votaron o votaron blanco o nulo. En particular el voto nulo, con 2.119.506 votos (17%), que expresaron en su inmensa mayoría una disconformidad con el proceso, la situación, o el gobierno. Nos contamos dentro de las fuerzas de izquierda y revolucionaria que llamaron a anular el voto. Algunos análisis versan sobre que es un número histórico desde la vuelta a la democracia. Sin embargo, contario a los que se atribuyen títulos de dominio o características especiales a esta masa de votantes, esta es una expresión heterogénea y distorsionada dentro de una elección burguesa, sin que exprese por si misma algún nivel de conciencia y organización, aunque sí deje en evidencia una mayor crisis del semiestado en su relación con las masas.

Los resultados de esta elección son una consecuencia de las políticas reaccionarias (militarización, represión, presos políticos, sumisión al capital financiero, etc) seguidas por el gobierno y de un reflujo más general de las luchas de masas. Cabe destacar que este reflujo, de lo que fue la semiinsurrección de Octubre del 19 a esta parte, no es producto de una derrota física o categórica impuesta sobre la clase trabajadora y el pueblo; constituye una política de desvío, un intento de consolidar el orden burgués para intentar dar respuesta a la crisis de dominación imperialista. Algo difícil de conseguir en un proceso de descomposición del capitalismo a nivel mundial que hace resquebrajar el andamiaje del semiestado. La actual coyuntura está signada por un conservadurismo de masas, espoleado por la crisis económico-social, que evidenciará giros bruscos en la situación de tanto en tanto.

Podemos resaltar las luchas que continúa dando la juventud secundaria enfrentándose a esta política reaccionaria del gobierno y las autoridades educativas, como también la decena de luchas de trabajadores que intentan vencer el aislamiento en contra de los ajustes y los despidos en curso.

La izquierda centrista se encuentra más dolida con este resultado por su apuesta constante en una salida constituyente. Aun no pueden sacar balance de sus seguidismo al gobierno bonapartista de Boric y de sus devaneos de reforma constituyente.

Es necesario que impulsemos la organización de nuestra clase para enfrentar los ataques del gobierno, los empresarios y el imperialismo. Levantemos y recuperemos sindicatos para la lucha. Impulsemos un congreso de delegados de base de toda la clase trabajadora para discutir un programa de independencia de clases y un plan de lucha como salida a la crisis.

La construcción de un partido revolucionario, como la herramienta fundamental de la vanguardia proletaria, en lucha por la reconstrucción de la IV Internacional, está a la orden del día.

Miércoles, 03 Mayo 2023 23:26

Folleto #2 - Juventud de la COR

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Martes, 02 Mayo 2023 11:33

Periódico "El Nuevo Curso #33"

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1 de mayo

Enfrentar la crisis y la guerra luchando por una salida revolucionaria

Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Expulsión las tropas rusas de Ucrania!

Los trabajadores del todo el mundo debemos enfrentar esta situación mundial histórica con la fuerza de nuestra clase para destruir este sistema capitalista que sólo nos garantiza super explotación y una vida miserable.

En este día reafirmamos nuestra historia como clase y sostenemos con firmeza las banderas de la Comuna de París, de la Revolución Rusa, de los mártires de Chicago y de los dirigentes obreros que murieron o fueron asesinados enfrentando a este sistema capitalista. Por eso a 137 años de aquel 1° de mayo en el que la burguesía norteamericana asesinaba a los mártires de Chicago se hace crucial retomar las tareas de los revolucionarios en la pelea contra el capitalismo y sus instituciones, como los Estados nación. Luchamos por la destrucción del Estado burgués y nos apoyamos en la experiencia de la Revolución Rusa y su sistema soviético.

Este 1° de mayo nos encuentra a los trabajadores luchando contra las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y una crisis económica, política y social internacional.  Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y a una enorme crisis bancaria que comenzó con la caída del Sillicon Valley Bank y el Credit Suisse y apeló al rescate de los Estados imperialistas para, una vez más, salvar al capital.  Pero la clase obrera no se ha “quedado en casa” y ha protagonizado importantes huelgas, movilizaciones y luchas callejeras, como hemos podido ver en Francia, Inglaterra, Alemania y EEUU.

En Latinoamérica se vienen protagonizando importantes procesos de masas como fueron los levantamientos en países como Chile, Perú o Colombia, con la intervención de amplios sectores obreros y campesinos, fuertemente reprimidos por sus Estados al servicio del amo yanqui. También procesos de organización y lucha de trabajadores ocupados y desocupados en distintos países como Argentina o Brasil, que enfrentan el retroceso de las condiciones de vida. La crisis de los semi-Estados, producto de la descomposición imperialista, no tendrá resolución en las elecciones de recambio de sus personeros políticos o de reformas constituyentes. Es menester organizar a nuestra clase, recuperando los sindicatos y reagrupando a la vanguardia para preparar Congresos de delegados de base para enfrentar la crisis, expulsar al imperialismo y las políticas del FMI en la región, en la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Latinoamérica y el Caribe.

Poner en pie una dirección revolucionaria

La intervención de nuestra clase abre la posibilidad de embriones de dirección revolucionaria. En esta época es una tarea principal detener la guerra Rusia-Ucrania, para convertirla en una guerra revolucionaria. El proletariado de los países imperialistas debe enfrentar a sus gobiernos y frenar la maquinaria de guerra ocupando las empresas o boicoteando el envío de armas, para, de esta manera ayudar al proletariado ruso y ucraniano a desarrollar una vanguardia que enfrente la restauración capitalista en curso y abra un proceso revolucionario. En el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista. Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.

Son tareas inéditas para nuestra clase, ante el escenario de descomposición del imperialismo y el proceso de asimilación de los ex Estados obreros. El sistema capitalista expresa una crisis histórica en su organización de las relaciones sociales de producción y sus formas de dominación. 

Son en este momento donde se torna primordial la intervención de la clase obrera como una clase internacional y no atada a sus estados nación, para mostrar el poderío de una clase que puede enfrentar al sistema capitalista.

Ante una dirección anárquica como es el sistema capitalista, que depende de sus Estados mayores armados para garantizar la reproducción del capital, nosotros peleamos por una dirección colectiva consciente, que prepare las etapas de la dictadura del proletariado, ya que el sistema actual engendra las condiciones materiales y las formas sociales para la reconstrucción económica de la sociedad.

Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV internacional para dotar de una dirección revolucionario a este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial. Creemos que como primera tarea que vaya en esa dirección debemos llamar a una Conferencia internacional de las corrientes trotskistas que aun reivindican la dictadura del proletariado para discutir las tareas ante la guerra en Ucrania, los procesos en Francia y la crisis mundial.

 

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